La producción audiovisual (I): el cine y el vídeo

Comenzamos otra entrega de posts, esta vez encaminados a esbozar unos retazos generales de la producción audiovisual, englobando sus funciones operativas principales en los ámbitos que engloba el Grado Superior en Producción de Audiovisuales y Espectáculos de CPA Online.

En esta entrada nos centraremos en la producción cinematográfica, ya sea fílmica o de vídeo, que con la revolución digital es la más extendida en la actualidad. Es cierto que existen dos maneras principales de llegar a la producción: a través de unos estudios previos de producción o haciendo carrera, desde abajo, en alguna empresa o productora. Siempre que tengamos unos conocimientos y experiencias académicas previas el camino será mucho más sencillo, y tendremos oportunidad de promocionar más rápido e incluso emprender un proyecto empresarial propio. También es muy recomendable que tengamos conocimientos de Economía y Empresariales o de Derecho, ya que mucho de nuestro trabajo incluirá la gestión de diferentes trámites que incumben lo económico y lo legal.

Una película, en el caso del cine, siempre es propiedad del productor (el encargado de sacar adelante la producción audiovisual desde el principio), aunque después la imagen y otros tipos de propiedades, como la autoría, tengan otros destinatarios, como pueden ser el director, el director de fotografía o el guionista.

Normalmente en España, donde la industria cinematográfica es exigua, las producciones audiovisuales tienden a ser de un tipo de producción independiente. La forma de actuar de un productor, por lo tanto, suele ser, en primer término, buscar y encontrar proyectos interesantes en los cuales invertir y participar. Cuando esto ocurre con una producción audiovisual, normalmente el productor compra opciones sobre diferentes proyectos, que en términos cuantitativos suelen rondar el 10% del total del presupuesto de la producción cinematográfica.

Elías Querejeta, posiblemente el mejor productor de la historia del cine español

También, y en paralelo, el productor contacta frecuentemente con las cadenas de televisión, que debido a su obligatoria inversión por ley en cine, tienen un músculo financiero importante a la hora de sacar adelante una producción. En estos principios de cualquier producción cinematográfica, el trabajo del productor se centra en realizar un definido programa de desarrollo de la producción audiovisual y en la búsqueda continuada de diferentes fuentes de financiación para el proyecto. En el caso de que un proyecto no se desarrolle en un año o año y medio, normalmente el éste es descartado.

Las diferentes fuentes de financiación a las que acude un productor pueden ser, normalmente, las siguientes:

• Ayudas al desarrollo de proyectos, que sirven como empujón financiero para arrancar y conseguir más financiación.
• Ayudas a la producción
• Preventas de la producción audiovisual (televisiones, distribuidor, etc…)

Enrique Cerezo, uno de los grandes productores de este país

Llegados a este punto, donde el productor ha conseguido, en diferentes fuentes, la financiación necesaria para arrancar el proyecto, entramos en la fase de preproducción, donde las anteriores se van haciendo efectivas. En este periodo, el productor deberá contratar jefes de equipo y preparar todo el aparato logístico necesario de la producción (permisos, gastos relacionados con la construcción de decorados, etc…). Llegado el final de la preproducción, pasaremos a la fase de producción o de rodaje, donde el proyecto estará plenamente en marcha y todos los equipos trabajarán en la consecución del mismo. Además de seguir encargándose de la logística, deberá estar atento a todo el trabajo administrativo y legal que conlleva una producción: sueldos y nóminas, seguros, contratación del material, transporte del elenco y del equipo, alojamientos, etc… Finalmente, una vez terminado el rodaje y el trabajo de la mayoría del equipo, la producción sigue adelante con la postproducción, donde se realizará la edición de los registrado en la fase anterior y la inclusión de banda sonora, efectos especiales o 3D, etc…

Howard Hughes, gran productor de la época dorada de Hollywood, cuya vida fue llevada al cine en El Aviador de Martin Scorsese

Pero ni siquiera en este punto el trabajo de un productor termina. En este punto, si no se han conseguido antes, mediante acuerdos de financiación previos, el productor deberá pasar a la fase de promoción y comunicación de la producción audiovisual, hablando con distribuidores y exhibidores, así como con cadenas de televisión para una correcta explotación del trabajo realizado.

Como vemos, el trabajo del productor y de la producción audiovisual engloba desde los primeros pasos de un proyecto hasta el último movimiento comercial del mismo (cuya media de duración ronda los tres años), lo que demuestra la amplia visión y conocimientos que se deben atesorar (artísticos, económicos y legales), así como la dificultad de este trabajo, muchas veces en la sombra, pero imprescindible en el mundo audiovisual.

Ricardo González Iglesias

Ayudante y Auxiliar de Dirección en diferentes series y proyectos audiovisuales (“Los Hombres de Paco”, “Bienvenidos al Lolita”,…). Crítico de Cine en la revista especializada “Caimán Cuadernos de Cine” y en su blog “El Chatarrero Audiovisual”. Docente de Marketing Online y Community Manager. Diplomado en CC. Empresariales por la Universidad de Salamanca, Diplomado en Cinematografía y Artes Visuales (Dirección Cinematográfica y Realización de Televisión) por la Universidad de León y Posgrado en Community Manager por la Universitat de Barcelona y la Escuela de Administración de Empresas.