Seguramente te has encontrado más de una vez con que no sabías cómo comenzar con tu guion. ¿Por qué no utilizas una película que te guste para inspirarte? No se trata de plagiar, sino de potenciar tu capacidad creativa.
Un punto de partida es utilizar lo que ya han realizado otros para empezar a escribir un guion. Esto no quiere decir que tengas que duplicar lo que ya existe, sino aportar tus propias ideas, con lo que darás origen a una nueva obra que va a tener identidad propia.
Elige una escena
¿Recuerdas alguna escena que se te haya quedado especialmente grabada? A continuación, aíslala de la trama y del argumento original. Ahora olvida lo que conoces sobre los personajes y crea unos nuevos basándote en lo que ves en esa escena. Intenta responder a preguntas como cuál es su origen, por qué se conocen, qué tipo de individuos son, cuál es la relación existente entre ambos, a qué conflicto han de enfrentarse.
Intenta escribir una sinopsis del nuevo argumento, pero que no se parezca en nada a la película original en la que te has basado.
El personaje secundario pasa a primera fila
Seguramente, en alguna película te has encontrado con uno de esos personajes secundarios o incluso algún personaje menor sin relevancia en el film y que te han llamado la atención. ¿Por qué no escribes una historia para él? Imagina cómo ha de ser su vida cotidiana, si tiene parientes, qué aficiones tiene, qué objetivo tiene y qué obstáculos ha de superar para conseguirlo, cómo reacciona ante los demás cuando le llevan la contraria, cuál puede ser su personaje antagonista.
Estas respuestas a estas y a otras preguntas pueden llevarte a crear a ese nuevo personaje que se convertirá en el eje principal del argumento de tu guion. Seguramente, acabarás escribiendo una historia increíble, pero habrás de dejar volar tu imaginación.
El antagonista se convierte en protagonista
¿Por qué no transformar al malo en el protagonista de tu historia? Un referente de ello es la película Joker, del guionista Scott Silver y del director Todd Phillips. La historia de este personaje al que dio vida Joaquin Phoenix, ha resultado ser una de las películas más taquilleras.
Ahora piensa en un malo malísimo, dónde nace, con quién se ha criado, qué es lo que le mueve a actuar del modo que lo hace, cómo ha llegado a ser lo que es, cómo justifica sus malas acciones con lo que de cara al espectador no parezcan tan malvadas…
Parte desde el final y dibuja su futuro
Muchas películas románticas acaban con la típica escena de un beso o de una boda. Parte de ese punto para continuar su historia tres o cinco años después. Tú decides si la pareja continua junta o se ha divorciado, si tienen problemas para llegar a fin de mes, si tienen hijos, si se llevan bien con sus respectivos suegros…
Otro final es cuando en una película bélica, la guerra finaliza y el héroe vuelve a casa. Puedes partir de este punto para decidir si es capaz de integrarse de nuevo a la sociedad después de los horrores vividos en la contienda, si tiene secuelas psicológicas, si hay cambios en su personalidad, si cambiarán las relaciones con su familia, pareja y amigos, cuál es su visión del mundo…
Parte desde el final y cómo se llegó a él
Esta vez en vez de mirar pasados unos años, ¿por qué no cambiar la historia? Parte del final de cualquier película e intenta imaginarte una historia completamente diferente de ese personaje.
Estas son tan solo ideas que te ayudarán a incentivar tu creatividad a la hora de enfrentarte a la temida página en blanco y no se te ocurra la manera de comenzar tu guion.
Periodista y Community Manager. Especialista en marketing de contenido, marketing en redes sociales y SEO. Fundadora de VR Contenidos Digitales. Apasionada de la postproducción de vídeo, animación, videojuegos, fotografía y artes escénicas. Siempre intentando traerte las últimas novedades en estos campos.
No hay comentarios