La verdad, o el registro de la misma, ha sido una obsesión por parte de algunos directores a lo largo de la historia del cine.Directores como Robert Flaherty, Richard Leacock, Chris Marker, Errol Morris, Michael Moore o Fred Wiseman han buscado esa realidad, plasmándola en sus películas.
El cine documental también es conocido como cine de no ficción, u otros calificativos, según épocas, lugares e intenciones, Kino-Pradva, Cinéma Vérité o Direct Cinema. Las entrevistas, planos de larga duración, localizaciones y luz naturales, voces en off, cámara estática o material de archivo son algunos de los elementos narrativos que caracterizan al cine documental.
El término documental fue introducido por John Grierson, impulsor del cine británico documental en la década de los 30, en referencia al filme Moana (1926), dirigido por Robert Flaherty, considerado por muchos padre del cine documental, gracias a la película Nanook, el esquimal (1922).
Pese al carácter cercano a la realidad, o la búsqueda de la misma, el cine documental también tiene un punto de vista personal y un uso del lenguaje audiovisual para determinados objetivos. De ahí que, el mismo Grierson considerara al cine documental como “tratamiento creativo de la realidad“. Dentro del cine documental también podemos encontrar diferentes movimientos, corrientes o fines, pudiendo hablar de un cine documental educativo, propagandístico, subjetivo, objetivo, lírico o experimental.
Tras el primer desarrollo del cine documental, en periodo coincidente con la II Guerra Mundial hizo que el cine documental virara hacia la propaganda. En los años 50, y con la aparición de la televisión, el cine documental hacia la investigación de hechos históricos y a la denuncia, como el documental de Alain Resnais Noche y niebla (1955), junto a cortometrajes que mostraban la vida de la clase trabajadora inglesa adscritos al Free Cinema, y que catapultó las carreras de Lindsay Anderson o Toni Richardson.
Gracias a la aparición de la cámara de 16mm, y su ligereza, autores como Chris Marker en Francia o Fred Wiseman en Estados Unidos se buscó la discreción a la hora de registrar el comportamiento humano. En los últimos tiempos, el documental con tono irónico de Michael Moore o el falso documental, construyendo la narrativa bajo premisas erróneas o rodado con actores, han dado un nuevo giro al cine documental.
Ayudante y Auxiliar de Dirección en diferentes series y proyectos audiovisuales (“Los Hombres de Paco”, “Bienvenidos al Lolita”,…). Crítico de Cine en la revista especializada “Caimán Cuadernos de Cine” y en su blog “El Chatarrero Audiovisual”. Docente de Marketing Online y Community Manager. Diplomado en CC. Empresariales por la Universidad de Salamanca, Diplomado en Cinematografía y Artes Visuales (Dirección Cinematográfica y Realización de Televisión) por la Universidad de León y Posgrado en Community Manager por la Universitat de Barcelona y la Escuela de Administración de Empresas.
No hay comentarios