Cuando nos referimos a cine indie o cine independiente, hablamos de aquellas películas realizadas fuera de la influencia y del paraguas de los grandes estudios de Hollywood.Aunque la explosión de este tipo de cine se ubique en la década de los 60 fundamentalmente, podemos de hablar de un primer cine independiente cuando en 1919, en un mercado totalmente controlado por los grandes estudios, y todavía en los comienzos de la industria, cuatro cineastas de la importancia de Charles Chaplin, D. W. Griffith, Mary Pickford y Douglas Fairbanks crearon la productora United Artists, cuyo creación buscaba un control absoluto sobre las obras por parte de los autores.
La tienda de los horrores, de Roger Corman
Pero ya a finales de los 50, el declive del sistema de producción de los grandes estudios, la democratización de la televisión, la desaparición del código Hays, la inclusión de un nuevo público joven muy influenciado, ya en los años 60, por la contracultura derivada de la guerra de Vietnam y nuevas productoras pequeñas con otra forma de hacer cine llevaron a que se llegara al año 1960 con una producción fuera de los estudios de más de la mitad de las películas.
Sombras, de John Cassavetes
Directores como Roger Corman, el rey de la llamada de la serie B, o John Cassavetes, abrieron camino a otros posteriores como Dennis Hopper, ya en los albores de los 70. Los estudios se dieron cuenta que tenían que incluir a este nuevo cine de márgenes, y ya posteriormente aparecieron, ya totalmente integrados en el sistema, cineastas de la importancia de David Lynch, Jim Jarmusch, Spike Lee, Gus Van Sant, los hermanos Coen o ya, posteriormente, directores tan importantes en la actualidad como Quentin Tarantino o el cine apoyado y surgido a partir del Festival de Sundance, impulsado por el actor y director Robert Redford.
La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero
Quizás la película que marca el pistoletazo de salida oficial del cine indie o independiente fue Easy Rider (Dennis Hopper, 1969), que con su tratamiento innovador del sexo, las drogas, la violencia y el rock and roll, conectó inmediatamente con ese nuevo público que demandaba un nuevo cine más allá de los grandes estudios. El film recaudó más de 16 millones de dólares, cuando su producción se había elevado poco más allá de los 40.000.
Haz lo que debas, de Spike Lee
En definitiva, y aunque hoy en día la frontera entre cine indie o independiente y cine comercial cada vez es más difícil de ubicar, siempre este tipo de cine responde a un control total sobre el proceso de creación, un bajo presupuesto, a la mezcla de géneros, trata sobre temas polémicos o tabú y está muy centrado en la reflexión sobre la juventud.
Mi idaho privado, de Gus Van Sant
Ayudante y Auxiliar de Dirección en diferentes series y proyectos audiovisuales (“Los Hombres de Paco”, “Bienvenidos al Lolita”,…). Crítico de Cine en la revista especializada “Caimán Cuadernos de Cine” y en su blog “El Chatarrero Audiovisual”. Docente de Marketing Online y Community Manager. Diplomado en CC. Empresariales por la Universidad de Salamanca, Diplomado en Cinematografía y Artes Visuales (Dirección Cinematográfica y Realización de Televisión) por la Universidad de León y Posgrado en Community Manager por la Universitat de Barcelona y la Escuela de Administración de Empresas.
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