Esta crítica debe empezar con la pregunta: ¿por qué hay tantas sagas de cine? La respuesta, para la mayoría de los casos, es bastante sencilla: porque generan mucho dinero. Cualquier fiel defensor de lo original, lo auténtico y lo creativo estará en contra del auge de las secuelas (o ya incluso precuelas) que estamos viviendo en los últimos años: Star Trek, Star Wars, Piratas del Caribe, Spiderman, Batman, etc. Si bien es cierto que se podría argumentar que hay historias que requieren de más de una entrega para desarrollarse, un cineasta verdaderamente comprometido con su obra dudo mucho que prefiera dejar de lado su creatividad para desarrollar una película con ciertos elementos ya preestablecidos y limitar así sus decisiones tanto narrativas como estéticas.
Las sagas de cine existen, en su mayoría, por motivos económicos. Una primera película triunfa en taquilla e inmediatamente después se planifica la siguiente entrega, generando así una saga. A nivel psicológico, sucede algo parecido que con las series de televisión, esto es, se ponen en juego ciertos aspectos de familiaridad y certidumbre que hacen las delicias de los espectadores, ya que permiten mayor conexión que con obras nuevas. La industria cinematográfica desarrolla estrategias de este tipo, adaptando obras literarias o cómics, sabiendo de antemano que van a crear una saga y que van a tener bastante éxito. Un claro ejemplo de ello es la saga de Harry Potter o casi todas las películas de superhéroes.
Es cierto que algunas sagas de cine sí que podrían estar justificadas debido a su calidad, como podría ser el caso de El padrino, o por tener una extensión acorde con lo necesario, como es el caso de El Señor de los Anillos, ya que cada película está inspirada en uno de los libros de J. R. R. Tolkien. No obstante, muy pocas sagas tienen sentido más allá del factor económico. Estoy seguro de que un director de cine que persiga fines artísticos nunca bajaría al barro para grabar una película de este tipo. ¿Se imaginan a Tarkovski o a Kurosawa grabando Iron Man 5?
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