La función principal de un regidor de teatro es la coordinación de todo el equipo que participa en la representación de una obra, tanto las personas que se encargan del apartado técnico como los actores. Esta coordinación es en tiempo real, por lo que el regidor o regidora tiene que estar junto al director en los ensayos tomando notas para tener en cuenta todos los detalles: el vestuario, la disposición del atrezzo, la colocación de los actores y sus movimientos, las tareas de los técnicos de iluminación, el sonido… incluso puede llegar a ejercer las funciones del ya extinto apuntador, dando texto a los actores.
Así, el regidor de teatro es como un director de escenario que trabaja en tiempo real, cuando la obra es representada. Todo tiene que encajar milimétricamente: la entrada de los actores, el ritmo de la obra, el desplazamiento del atrezzo… Evidentemente, este trabajo requiere gran organización, bastantes conocimientos técnicos y ciertas dotes psicológicas para saber tratar adecuadamente a todo el equipo. No obstante, gracias a los avances tecnológicos, actualmente un regidor tiene medios para comunicarse a distancia con el equipo y también, gracias a las cámaras de vídeo, para ver desde diferentes puntos lo que sucede en el escenario.
Para desempeñar su tarea de forma óptima, el regidor de teatro tiene algunos trucos. Uno de ellos es lo que se conoce como “pie”, que es una marca que determina los cambios de posición y los movimientos de los actores así como la entrada o salida de determinados elementos. Otro término que se utiliza para ayudar a los técnicos y a los actores es el de “prevenido”. La prevención consiste en avisar al equipo técnico y a los actores de lo que tiene que suceder. El objetivo de este método es mejorar el rendimiento y prevenir cualquier problema que pueda surgir.
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