Existen dos tipos de guion en cine: el guion literario y el guion técnico. El guion con el que se inicia la creación de lo que en un futuro se convertirá en una película se denomina guion literario. En el momento en el que empieza la producción, este guión literario sirve de base para desarrollar el guion técnico. Este último cuenta con información nueva sobre detalles más específicos de la producción y habitualmente está elaborado por el director que a su vez es asistido por el director de fotografía.
El guion literario se centra en el plano narrativo, pero teniendo en cuenta que se trata del paso previo a la realización de una película y no de una obra literaria en sí misma, de ahí que se incluyan, además de los diálogos, descripciones de los gestos y acciones de los personajes así como las diferentes localizaciones de la acción. Este guion tiene que ser muy claro para que el equipo técnico no tenga dificultades en visualizarlo y llevar a cabo un buen desarrollo. Los guiones de este tipo suelen tener un formato estándar que facilita su comprensión.
El guion técnico es el siguiente paso para que ese texto inicial se convierta en cine. Consiste en aportar soluciones técnicas a lo descrito por el guion literario. Así, se añaden aspectos de iluminación, sonido, características de los planos, movimientos de cámara, indicaciones sobre el decorado o las localizaciones, edición, etc. El guion técnico suele ir acompañado de lo que se conoce como storyboard, que está compuesto por una serie de dibujos que permiten visualizar con mayor claridad el resultado que se busca. Esto último no es utilizado por todos los directores, pero es algo que ayuda bastante al proceso de producción. No hay que olvidar que la coordinación entre guionista, director y director de fotografía es esencial para realizar un buen trabajo.
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