Curiosamente, a día de hoy no hay festivales de cine de Estados Unidos que estén acreditados por la FIAPF (Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos). ¿Qué significa esto? Quizás no sea nada importante a efectos cinematográficos, pero como mínimo tiene que ver con el prestigio y el renombre de los festivales. Ya hablamos en otra ocasión de los festivales de clase a y cómo estos son los más prestigiosos del mundo. Estos festivales están acreditados por la FIAPF y cumplen unos mínimos de calidad.
Sorprende que un país tan grande como Estados Unidos y con tanta tradición cinematográfica no tenga festivales de cine acreditados o que cumplan los requisitos de la FIAPF. Desconozco si hay algún motivo ulterior o algo similar. Si habláramos de Norteamérica sí que encontraríamos el festival de Toronto y el de Montreal, ambos bastante
importantes a nivel internacional, pero pertenecientes al país vecino, Canadá.
No obstante, la importancia de los festivales de cine de Estados Unidos es cada vez mayor. El tótem de todos ellos es, sin lugar a dudas, Sundance. Un claro ejemplo de su importancia es que incluso el propio Netflix prefiere que el estreno de algunas de sus películas sea en Sundance en lugar de en su plataforma de visionado, una jugada que le ha salido redonda con la reciente ganadora del Gran Premio del Jurado, Ya no me siento a gusto en este mundo.
Entre los festivales más destacados de Estados Unidos están, además de Sundance, SXSW (South by Southwest), Tribeca, Telluride, Nueva York, Hamptons y Palms Springs. Otro ejemplo de su importancia es que el festival SXSW acogerá el estreno de la nueva película de Terrence Malick. Cada vez más cineastas se decantan por estrenar sus películas en festivales de Estados Unidos, aunque no cabe duda de que tendrán que pasar muchos años para estar a la altura de festivales como el de Cannes, Berlín o Venecia.
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