Hoy en día estamos acostumbrados a poder hacer fotografías en cualquier momento y desde cualquier dispositivo: nuestro móvil, la Tablet, la web cam del ordenador, las propias cámaras digitales… Pero todos estos avances nacieron de una sola herramienta: la cámara oscura. ¿Sabes cómo es? ¿Quieres construir una tú mismo? Hoy retrocedemos un par de siglos en el tiempo para aprender a hacer fotografías de la forma más rudimentaria y en tu propia casa.
- Qué necesitas. Para hacer una cámara oscura sólo tendrás que reunir materiales de lo más sencillos: una caja de cartón, cinta adhesiva (que sea de color negra), papel vegetal, pegamento, tijeras, un alfiler y pintura negra.
- Preparación de la caja. En primer lugar tendrás que coger la caja y en uno de los laterales hacer un gran hueco dejando un reborde de unos 2 centímetros. En el lado opuesto, tendrás que cortar un cuadrado de 2 por 2 centímetros y que esté justo en medio. Pinta el interior de la caja así como la tapa de color negro y déjala secar.
- Conversión a cámara. En el cuadrado pequeño que has hecho (el de 2×2) pega con cinta aislante un trozo de papel de aluminio, y con el alfiler, justo en el centro haz una perforación pequeña. En el lado opuesto, donde está el hueco más grande, cúbrelo con el papel vegetal y cierra la caja (con la tapa) y asegúrate que no entra luz.
- Cómo funciona. Una vez esté terminada, ponte con la caja frente al objeto que quieras, pero éste debe estar muy bien iluminado. El papel vegetal tendrá que estar del lado opuesto al objeto; situándote frente a él se verá la imagen reflejada pero al revés. Si te cuesta verlo, ponte una tela negra por encima para que haya más oscuridad.
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