Una de las figuras más importantes en una obra de producción audiovisual es el guionista. Da igual que lo desarrolle el propio director o un guionista que sólo se dedique a ello, es el proceso más complicado y determinante del proyecto. Por eso, todo el que vaya a desarrollar un guion debe seguir una serie de etapas en las que tener muy claras los pasos a seguir. Vamos a conocerlas.
- Sinopsis. Como sabrás, una sinopsis es un resumen breve, así que lo primero que se debe desarrollar es esto. Con ella escrita, se podrán ir captando otras figuras necesarias para el proyecto: productores, actores… Es una forma de plasmar la idea en unas cuantas páginas y que pueda atraer a los que lo lean y conseguir que quieran participar en el equipo.
- Tratamiento. Después, la sinopsis debe quedar mucho más desarrollada en el tratamiento, o también conocido como redacción novelada. En unas 40 o 50 páginas, hay que desarrollar toda la historia a modo de relato. Aquí se incluyen descripciones y detalles concretos de cómo se planea que va a ser la grabación y montaje de la película.
- Diálogos. Y una de las fases más complejas y determinantes del proyecto es la de poner diálogos a los actores así como detallar cómo serán las escenas y secuencias a grabar. En este caso suele tener mínimo unas 100 páginas y hay que ser mucho más concreto describiendo los escenarios, el tiempo de duración para cada uno y sobre todo desarrollando la personalidad de los protagonistas.
- Guión técnico. Y en ocasiones el mismo guionista que ha desarrollado la parte literaria, tiene que realizar el guion técnico. Para ello debe conocer el sector y tener muy claras las bases del proyecto. Aquí se tienen en cuenta las escenas y detalles concretos como tipos de plano, transiciones, tipo de montaje…
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