En las diferentes aproximaciones que encontraremos sobre la estructura de un guión veremos el paradigma de una exposición esquemática de la trama dividida en tres actos: presentación de la acción, el nudo y el desenlace.
Hoy hablaremos del primer acto, es decir, del comienzo de la película, que no es otra cosa que el punto arbitrario elegido por el guionista dentro de una historia más larga.
El primer acto es la parte inicial del guión
Todo comienza con el primer “nudo de la acción” que presenta la historia del protagonista momentos antes de que se introduzca el argumento que precipitará el cambio y la lucha por la recuperación del equilibrio.
En el primer acto se introducen los componentes de la historia general, e intenta responder las siguientes preguntas: ¿Cuál es la premisa?, de qué va la historia; ¿Quién es el protagonista?, cómo es; ¿Cuál es la situación?, ambiente, conflicto y circunstancias.
Esta parte, que ocupa más o menos las veinte primeras páginas del guión, es la primera etapa del viaje del protagonista. Encontramos un héroe en su existencia cotidiana que nos servirá como referencia para comparar la magnitud del cambio que se producirá más adelante.
El primer acto en el guión cinematográfico presenta al mismo tiempo las cualidades estéticas y dramáticas de la película; el tono y la intensidad de la puesta en escena, así como el código genérico, es decir, la adscripción de la historia a un género determinado.
En general, durante esta etapa se ofrece una gran cantidad de información sobre el espacio, el tiempo, los personajes y las acciones como un marco de referencia de los hechos actuales y futuros. Si bien es cierto que cada género tiene sus propias leyes que aportan verosimilitud a la historia, la información que se ofrece en el primer acto es compartida por casi todos los géneros.
Tips:
- El primer acto concentra la mayor parte de información, aunque no toda la información
- Es una exposición dramatizada e indivisible dentro de la trama
- Puede contener adelantos de información que será desarrollada en los siguientes actos
En cualquier caso, hay que saber manera la disparidad de conocimientos entre el espectador y los protagonistas, procurando no caer en la reiteración ni en el absurdo.
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