Como te imaginas, cuando en el terreno del sonido hablamos de formatos digitales el abanico es amplio. A la hora de escoger el que mejor se adapte a nuestras necesidades hemos de pensar en varias cuestiones. Para ello, lo primero es conocer los formatos de audio más utilizados.
Empezamos aclarando los conceptos de Bit Depth y el Sample Rate, fundamentales para entender cómo funcionan los formatos de audio. Se trata de dos medidas que nos indican la calidad que tiene un archivo de audio digital.
Cuando leemos las especificaciones de los formatos de audio y nos encontramos por ejemplo con 32-bit/192kHz y 24-bit/96kHz estas cifras se refieren al “bit depth” (profundidad de bits) y al “sample rate” respectivamente. Nos indican cuánta información transmiten los diferentes formatos y la calidad del sonido. Cuanto mayor sea el número de veces que un dispositivo reproduce los samples, mayor será la calidad.
Formatos de audio
- MP3: estos archivos pesan muy poco para que los pueda leer cualquier dispositivo. La parte negativa es que se sacrifica la calidad del pro de la compresión.
- WAV (Waveform Audio File Format): son archivos de mayor resolución que los MP3, una pieza de audio que está codificada con lo que se conoce como Pulse Code Modulation (PCM). Se codifican las piezas de audio analógico y se convierten en digital para que puedan tener los Sample rate y el Bit Depth.
- AIFF (Audio Interchange File Format): es muy similar al WAV y también utiliza el PCM para codificar las piezas de audio analógico y presentarlas en formato digital. De hecho, los archivos AIFF y WAV son más o menos intercambiables.
En definitiva, cuando hablamos de un archivo en formato de audio WAV o AIFF hablamos de una pieza de sonido de buena calidad.
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