Hoy queremos hacer un repaso por algunos de los ejercicios más productivos que pueden practicar los locutores profesionales. Ya sabemos que la voz es la herramienta de trabajo básica para muchos profesionales, pero, ¿cómo trabajarla para sacarle el máximo partido?
Muchas veces, quien busca trabajar y mejorar como locutor, se encuentra con una traba típica del ritmo de vida actual: la falta de tiempo. Sin embargo, existen una serie de ejercicios que locutores profesionales pueden incluir en su rutina diaria.
El entrenamiento de un locutor arranca cuando se levanta de la cama por la mañana. De hecho, la ducha es un escenario ideal para calentar la voz. ¿Cómo? Nada más y nada menos que aspirando el vaho para hidratar las cuerdas vocales. Con las cuerdas ya hidratadas hay que seguir con el calentamiento. Se pueden hacer en este momento una serie de ejercicios de respiración y fonación. También estiramientos corporales y de articulación.
Al salir de casa, el entrenamiento puede continuar. Por ejemplo, haciendo muecas y diferentes sonidos mientras se camina. También se puede aprovechar y por ejemplo leer los anuncios de las vallas publicitarias o los mupis de las aceras. Todo para llegar al estudio de grabación con la voz preparada para empezar la jornada. Por descontado, en la calle un locutor no se puede olvidar de una bufanda o pañuelo para proteger su garganta del frío y del aire acondicionado. Porque la voz es la herramienta de trabajo básica en estos casos y hay que mimarla tanto en invierno como en verano.
Si se va en coche, también se puede practicar con la voz. Por ejemplo, utilizando las cuñas como material de trabajo y copiando partes de esas locuciones, repitiendo curvas melódicas, tonos y cierres. Este interesante modo de imitar ayudará al locutor a adquirir más recursos y herramientas a la hora de enfrentarse a un texto.
Leer un folio a diario usando diferentes ritmos es una práctica excelente para poner a prueba la vocalización de estos profesionales. Para lograr estos cambios de ritmo se puede usar un metrónomo. Sirve para acelerar o ralentizar la velocidad de lectura. Hay distintas aplicaciones para móvil que lo incluyen. Porque leer todos los días en voz alta es la mejor manera de ir ganando agilidad y desarrollar la lectura anticipada, muy útil en este tipo de trabajos.
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