Si te has dado cuenta, la iluminación de una discoteca nos es igual a la de un teatro, a una película de cine, del escenario de un concierto. Además, aunque parezca algo moderno, la iluminación de la escena no lo es tanto. Hay constancia de que en la Edad Media se pusieron en práctica los primeros registros de luz direccionados para guiar la mirada del público hacia un lugar concreto en la escena.
De los candelabros y candilejas con combustible de cera y aceite animal medievales, se fue evolucionando hasta buscar crear que las figuras y objetos fueran tridimensionales. La luz artificial se fue integrando más como un elemento más, dando de más plasticidad a las obras representadas en el teatro.
¿Qué es la iluminación?
Se trata de la técnica que utiliza un conjunto de dispositivos que se instalan con el fin de producir efectos luminosos con carácter práctico y decorativo. Poco a poco la luz se ha convertido en un canal de comunicación más, ya que mediante la luz se produce un código no verbal a partir del cual se crea un lenguaje que marca las escenas, las presencias, los ritmos y las sensaciones.
Por otra parte, ¿sabías que el color de las luminarias también puede influir en lo que sucede sobre el escenario? Una mala elección del color de la luz puede obstaculizar el mensaje que se quiere transmitir, de ahí que sea tan importante el color para que puedan cumplir con su función.
En definitiva, el diseño de la iluminación puede definirse como el empleo de la luz para crear una sensación de visibilidad, naturalismo, composición o atmósfera. Estos propósitos se superponen entre sí, para brindar una lectura clara e intencionada del espectáculo.
Funciones de la iluminación
En base a la definición anteriormente mencionada pueden establecerse las siguientes funciones de la luz:
- Visibilidad selectiva. La luz va a permitir que las cosas sean visibles. Pero esto se hará de una manera selectiva para potenciar la acción dramática. Hay que tener en cuenta que nuestro sistema perceptivo trabaja focalizando lo que más nos llama la atención y el resto pasa a un segundo plano.
- Revelación de la forma. Hacer que los objetos y las personas se visualicen más, no es suficiente. La luz también debe evidenciar las formas y su carácter tridimensional. Se debe tener en cuenta que la luz y la sombra son igual de importantes y su empleo opuesto permitirá la revelar la forma del objeto o un detalle del actor. Así, la luz en el frente-contraluz, la lateral izquierdo-lateral derecho ayudará a hacer aparecer o desaparecer cuerpos, cabezas, manos, resaltar algún detalle, etc.
- Impacto directo sobre el estado de ánimo. La luz permite generar estados de ánimo en el espectador, puede provocar calma, diversión, aburrimiento. Un fallo en el ritmo de la iluminación puede arruinar un espectáculo.
- Información. Todo espectáculo brinda una información. Esta puede ser una historia, una partitura dramática, un texto musical y la luz ha de permitir una lectura de esta, acompañando a la acción que transcurre durante la obra. Así ante un desenlace de tipo violento, la luz debe reforzar esa violencia.
A modo de conclusión, nunca olvides que la iluminación sirve como potenciador emocional en un escenario. Y la luz es tan importante como la calidad de los actores y la música porque todos ellos forman parte de un todo, si uno falla el resto se resiente.
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