Seguro que has oído hablar, en más de una ocasión, del concepto de “storytelling” en el mundo de las
artes escénicas. ¿Tienes claro de qué de trata? ¿Cómo se estructura y cuál es su cometido? En caso negativo, resolvemos tus dudas en las siguientes líneas.
El storytelling es parte clave del lenguaje audiovisual, algo esencial en el campo de la publicidad para mejorar el engagement de las cintas que las productoras de cine sacan al mercado. Con el storytelling se busca llegar al plano subconsciente y afectivo del cerebro del receptor. Logrando el máximo impacto con el producto audiovisual que se ofrece, ya sea un anuncio, una película, una serie de televisión o un videoclip musical.
Está sobradamente demostrado que el cerebro humano, por naturaleza, tiende a recordar mucho mejor aquellas series, películas o anuncios que llevan asociados una importante carga emocional a través de las historias que cuentan. De este modo, el público receptor se engancha a determinada historia e incluso, relaciona conceptos e imágenes mentales a través de ella.
El storytelling en el cine: consejos
- Desarrollar el guión de una historia
Lo primero es pensar en el eje central de la historia. Hay que reflexionar sobre lo que se pretende conseguir con la película o el corto. En el caso de la publicidad, la meta es que los consumidores recuerden un aspecto de determinado producto. Una vez definido esto, se trata de que la historia gire entorno esto. - Introducir arquetipos protagonistas
Si se quieren incluir personajes en el vídeo, se puede intentar que sus actitudes cumplan con alguno de los arquetipos prediseñados (héroe, villano, seductor, mago…). Es la forma de que la audiencia se vincule emocionalmente a ellos con mayor intensidad. - Emplear símbolos asociados al target concreto
Si hay elementos identificativos que sirvan para representar a un sector del público concreto, a los espectadores a los que nos dirigimos, hay que incorporarlos al montaje.
El storytelling y los tráilers
Para que el tráiler de una película sea atrayente, no debe durar más de 3 minutos. Si dura más, lo más probable es que se disperse la atención de la audiencia. Cualquier storytelling, en este caso el avance de un largometraje, ha de resaltar las emociones humanas. Porque el amor, el odio, el deseo o la justicia son sentimientos que activan la atención del cerebro humano.
Algunas curiosidades sobre los tráilers
- El primer tráiler se proyectó en 1913
Fue en Nueva York y en realidad no era el avance de una película sino un vídeo promocional de un musical de Broadway. De todos modos, tuvo tanto impacto que estos vídeos adquirieron un papel muy importante en la industria de cine. - Se solían proyectar después de la película
De hecho, el nombre viene del verbo “trail”, que significa “arrastrar” en inglés. Es decir, como un remolque que va detrás. Sin embargo, los expertos en marketing pronto se percataron de que, al final de las películas, los espectadores dejaban las salas inmediatamente sin ver los tráilers y los pasaron al inicio de la proyección. - Tienen un tiempo máximo de duración
La NATO (National Association of Theatre Owners), en 2014, estableció una restricción de tiempo de más o menos dos minutos para los tráilers. Sin embargo, hay algunas excepciones. De hecho, las distribuidoras pueden sacar un tráiler o dos al año más largos de lo normal.
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