Aunque las nuevas tecnologías están sustituyendo poco a poco la actividad de los tramoyistas, en muchos casos siguen siendo una figura fundamental en el mundo de las artes escénicas para que todo funcione en una obra teatral. Sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando de un espectáculo en directo.
¿Qué es la tramoya?
La tramoya es el conjunto de máquinas e instrumentos con los que se hacen, durante la representación teatral, los cambios de decorado y los efectos especiales. En un principio, hacía referencia a una sola máquina empleada para las transformaciones mágicas de los actores y del decorado. A veces, en un registro coloquial, se usa como sinónimo de teatro o mundo del teatro. En este sentido, el tramoyista o maquinista es el especialista que atiende las tareas y el manejo de tramoyas en el espacio escénico.
El tramoyista y el escenógrafo
El escenógrafo diseña todos los elementos que conforman las distintas escenas de una obra de teatro. Este profesional se encarga del montaje en el que se combinan diversos elementos: luces, efectos sonoros, mobiliario, decorados, etc. El cambio de la decoración teatral ya se hacía en la antigua Grecia a través de un artefacto llamado periacto. En definitiva, el escenario diseñado por un escenógrafo precisa siempre de un trabajador especializado que maneje todos los elementos que intervengan en la escena. Y ese trabajador es el tramoyista.
En el campo de la escenografía hay un gran abanico de términos especializados: bastidor, atrezo, back stage, bambalinas, guindaleta o pata de gallo. Las bambalinas por ejemplo son los lienzos que cuelgan por la parte alta del escenario. El conjunto de todas estas bambalinas, junto a los telones, conforma un telar que muchas veces se integra en la decoración de la escenografía. Por su parte, la utilería o atrezo (del italiano attrezzo) es el conjunto de objetos y enseres que aparecen en escena. Junto con el vestuario y la escenografía, forma parte de los recursos necesarios para la representación teatral.
Aunque el guión y la interpretación de los actores sean de calidad, si no se logra recrear determinado ambiente para que genere sensación de inmersión en el espectador, la puesta en escena será un fracaso. Y eso se logra con el atrezo. Por ejemplo, si la obra se ambienta en la época medieval, es clave trasladar a la audiencia a esa etapa echando mano de los accesorios y elementos adecuados. Desde los muebles, pasando por el vestuario y los peinados. Todo usando materiales y elementos de utilería para recrear un ambiente lo más parecido a la época de la trama. Un proceso creativo que requiere de mucho trabajo y dedicación y que le dará vida a la historia que se esté contando en la obra de teatro. Ahí radica la importancia del atrezzo.
En lo relativo a las modalidades de escenarios teatrales, existen: de estilo italiano, isabelinos, estilo arena o los escenarios al aire libre. Como decíamos antes, los avances técnicos, por ejemplo en el campo de la robótica, han diluído en cierta manera el objetivo original de la tramoya. Hoy nos encontramos con escenarios múltiples sincronizados y giratorios, pantallas móviles, innovaciones de todo tipo en efectos de sonido e iluminación, etc. Además, hemos presenciado la aplicación en el teatro de recursos escenográficos provenientes de otras artes como el vídeo, el cine y la televisión.
La escenografía
En este caso, hablamos del arte y técnica de diseño y decoración de espacios escénicos, del conjunto resultante de elementos visuales que constituyen el lugar en el que se desarrolla una acción. Puede hacerlo de forma realista, ideal o simbólica. Todo esto conforma una producción escénica. Estos elementos pueden ser corpóreos (decorado y utilería), de iluminación o de caracterización de los personajes (vestuario, maquillaje, peluquería). Sea cual sea el espectáculo (teatro, danza, ópera, zarzuela, circo). La escenografía también está presente en el mundo del cine, la televisión, eventos, muestras y exposiciones.
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