Apenas el cine había nacido, y los mismísimos Hermanos Lumière ya consiguieron intuir el recorrido que tendría este género cinematográfico. La película El regador regado, de 1895, nos adelanta ya en qué consistiría lo que vendría después. Peripecias absurdas y grotescas, tartas voladoras que normalmente acaban en la cara de alguien, persecuciones alocadas y mamporros continuos son los elementos más significativos de un tipo de humor que se desarrolló desde el principio del cinematógrafo y que, a día de hoy, muchos guionistas de comedia siguen utilizando como si fuera la primera vez.
Mack Sennett, Max Linder, Charles Chaplin, Harold Lloyd, Buster Keaton, Stan Laurel u Oliver Hardy fueron algunos de los grandes maestros del slapstick. Dicho nombre viene de los palos de madera que los payasos de circo hacían sonar para marcar el momento en el que el público debía aplaudir.
Aunque la palabra que identifica al género es inglesa, las primeras comedias slapstick se desarrollaron en Francia, en la primera década del siglo XX, gracias a una serie de filmes, de corta duración, que produjo la compañía Pathé y que fueron protagonizados por la primera estrella de la comedia: André Deed.
Posteriormente apareció el, posiblemente, cómico francés más importante, Max Linder, que influyó de manera decisiva en figuras tan importantes como Charles Chaplin. Su importancia viene dada por el giro que imprimió a la comedia slapstick, ya que, más allá de los golpetazos y los personajes grotescos, Linder consiguió crear un personaje cercano al dandi, bien parecido pero que sufría todo tipo de catástrofes a su alrededor.
Mack Sennett fue el primer director y actor norteamericano de éxito en el slapstick, en 1912. En sus películas fue la primera vez que se lanzó una tarta de crema al rostro de un personaje, y fue conocido por el sobrenombre de “El Rey de la comedia“, ya que con las persecuciones al final de las películas, las acrobacias y otros elementos representativos del género fueron introducidos en sus filmes.
Pero en la década de los años 20, los cuatro reyes de la comedia (Chaplin, Keaton, Langdon y Lloyd), gracias al éxito del slapstick, pasaron del corto al largometraje, dando su propio toque personal al tosco estilo del género. Por ejemplo, el patetismo, la crítica social y lo sentimientos fueron introducidos por Chaplin, llegando a su máximo esplendor en Luces de la ciudad, en 1931.
La tradición del género slapstick ha continuado a lo largo de la historia del cine hasta la actualidad, con sus variaciones y evolución lógicas, con estrellas como Lauren y Hardy, Abott y Costello, Jerry Lewis, Peter Sellers, Jacques Tati o Jim Carrey.
Ayudante y Auxiliar de Dirección en diferentes series y proyectos audiovisuales (“Los Hombres de Paco”, “Bienvenidos al Lolita”,…). Crítico de Cine en la revista especializada “Caimán Cuadernos de Cine” y en su blog “El Chatarrero Audiovisual”. Docente de Marketing Online y Community Manager. Diplomado en CC. Empresariales por la Universidad de Salamanca, Diplomado en Cinematografía y Artes Visuales (Dirección Cinematográfica y Realización de Televisión) por la Universidad de León y Posgrado en Community Manager por la Universitat de Barcelona y la Escuela de Administración de Empresas.
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