“Tres y… ¡Acción!”. Todo el mundo tiene en la cabeza el momento previo a que los actores de una película comienzan a grabar una escena: ese objeto lleno de números e indicaciones que se cierra ante la cámara antes de iniciar un plano es parte del imaginario de cualquier persona.
¿Pero qué es ese objeto? ¿Cuándo se usa? ¿Y para qué sirve? Se trata de la claqueta, uno de los objetos más importantes en cualquier tipo de grabación audiovisual —no solo del cine— y que tiene una labor especialmente relevante para el buen funcionamiento del proyecto y de su resultado final.
Qué es la claqueta y para qué sirve
Lo primero que hay que tener claro para saber qué es una claqueta y para qué sirve, es que sin su presencia y uso correcto una producción audiovisual prácticamente sería imposible.
El objetivo que se persigue con las indicaciones y el ruido que se hace con la claqueta es sincronizar el sonido y la imagen. Al hacer el conocido sonido de choque de la claqueta, se ofrece a los montadores una referencia para hacer coincidir la imagen con el sonido grabado de manera exacta.
Esto es importante porque en las grabaciones profesionales, el sonido y la imagen quedan almacenados en lugares distintos, de modo que luego habrá que montarlos juntos y hacer que se reproduzcan a la vez.
Pero hay una segunda utilidad de la claqueta que no debe ser olvidada por la importancia que tiene para el editor: los datos escritos indican qué escena se está grabando y cuál es la toma. De esta manera, se crea una especie de índice del metraje que resulta muy útil para seleccionar las tomas que mejor han quedado de cada escena.
Información que debe llevar
Hay un protocolo consensuado por todos profesionales que trabajan en el mundo de la creación audiovisual que indica qué tipo de información debe incluir la claqueta y de qué modo, de manera que cualquier montador o director pueda trabajar con el material de otro sin que existan confusiones o desacuerdos.
Se incluye el nombre de la producción, el número de rollo o tarjeta donde quedará grabada la toma, el número de escena según el guion y el número de la toma. Además, las claquetas suelen incluir información adicional como quién es el director y el fotógrafo y la fecha en la que se ha rodado la toma. Por último, se incluyen unas especificaciones técnicas sobre el tipo de escena: si se ha grabado en interior o exterior, si se ha llevado a cabo de día o de noche o si se debe sincronizar el sonido o será una escena solo con imagen.
Si no se graba sonido
Puede ocurrir que la escena se grabe solo con intención de utilizar la imagen. Es el caso de planos de recurso en los que por ejemplo se graba una vista de la ciudad hasta llegar a la casa de la protagonista.
En estas tomas, lo importante es tener en cuenta la información de la claqueta más que el sonido, puesto que no habrá que sincronizarlo.
Precisamente por no ser necesario el sonido en muchos proyectos audiovisuales se utiliza una claqueta distinta para las escenas MOS (Motor Only Shot), en las que no se incluye la parte superior, que se utiliza para hacer el sonido de referencia.
Cómo se canta la claqueta
Al igual que hay unas normas establecidas para escribir la información en la claqueta, también existe un protocolo para cantar la claqueta, esto es, para indicar de viva voz las informaciones contenidas en ella y que servirán de referencia para el montaje.
Generalmente se sigue el siguiente orden: secuencia, plano, toma y ruido de sincronización.
Para cantarla, se coloca ante la cámara a una distancia suficiente para que se pueda ver claramente toda la información, se dice toda la información en voz alta y se hace el ruido. Tras retirar la claqueta de delante de la cámara puede comenzar la acción.
Claqueta digital
La claqueta tradicional ha sido realizada en forma de pizarra donde se podía anotar y borrar la información de un modo rápido y sencillo. Sin embargo, con el avance de la tecnología, se ha implementado en los rodajes cada vez más el uso de la claqueta digital.
Las ventajas de la claqueta digital residen en que ahora resulta todavía mucho más fácil llevar a cabo la sincronización del sonido, puesto que la claqueta incluye un panel digital que marca de una manera mucho más precisa el tiempo que además se sincroniza con las cámaras, de forma que hacer la sincronización de audio y vídeo prácticamente ya es algo automático.
Desde su implementación, a principios de este siglo, la claqueta digital se ha convertido en un elemento primordial para cualquier tipo de trabajo audiovisual, ya sea cine, documentales, televisión, entre otros.
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