Las secuencias de diálogo son, probablemente, las que a priori dan menos libertad al montador o editor para desarrollar su creatividad profesional.
Básicamente, y dentro del cine clásico y el lenguaje televisivo (donde se abusa en ocasiones de este tipo de secuencia) el trabajo de montaje y edición se limita a pasar de un plano a otro de los personajes que mantienen el mencionado diálogo durante la duración de la secuencia, comenzando, intercalando o terminando con un plano más amplio que ubica a los individuos respecto del espacio que ocupan en la escena.
En función del interés del diálogo, o de la maestría del guionista o del director para que el mismo se convierta en algo interesante para el espectador, el montador o editor tomará unas decisiones u otras a la hora de enfrentarse a una secuencia de diálogo.
Si el guion contiene una buena calidad y un rico subtexto, y este se acompaña de una puesta en escena sugerente desde el punto de vista psicológico, el trabajo de montaje se limitará a mostrar todo lo anterior.
Pero si la secuencia de diálogo no tiene demasiado interés para el avance de la narrativa o es pobre tanto en continente como en contenido, ahí entra el trabajo de postproducción, junto con el del director en el set de rodaje, para procurar generar el interés sobre la misma que no se ha conseguido por medio del guion.
Desde el punto de vista del montaje y la edición, las decisiones estarán relacionadas con el uso más o menos intenso de planos cerrados, o utilizar un mayor número de tomas subjetivas que objetivas. Usar el contraplano del personaje que escucha, y no el plano del que habla, jugar con las emociones y las expresiones de los partícipes del diálogo, abusar o no del cruce constante de planos entre personajes…
Siempre que el contenido del diálogo pueda apoyarse de manera visual, enfatizando lo que se dice y no lo que se quiere decir, enriquecerá el resultado final de una secuencia de diálogo. Pero cuidado, el montador o editor nunca debe traspasar la línea roja de despistar al espectador de lo realmente importante, sobre todo si la secuencia de diálogo contiene elementos estructurales que hagan avanzar la narrativa posterior del filme.
Ayudante y Auxiliar de Dirección en diferentes series y proyectos audiovisuales (“Los Hombres de Paco”, “Bienvenidos al Lolita”,…). Crítico de Cine en la revista especializada “Caimán Cuadernos de Cine” y en su blog “El Chatarrero Audiovisual”. Docente de Marketing Online y Community Manager. Diplomado en CC. Empresariales por la Universidad de Salamanca, Diplomado en Cinematografía y Artes Visuales (Dirección Cinematográfica y Realización de Televisión) por la Universidad de León y Posgrado en Community Manager por la Universitat de Barcelona y la Escuela de Administración de Empresas.
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