El género documental, desde el punto de vista del montaje y la edición, requiere de un especial tratamiento respecto de la ficción.Una película documental consiste normalmente en la exposición de un tema, mientras que la ficción se ocupa de desarrollar una trama específica. Este matiz diferenciador hace que la preproducción y la producción de ambos tipos de cine sea diferente, por lo que el montador o editor deberá tenerlo muy en cuenta también en la postproducción del mismo.
De manera general (aunque siempre hay excepciones) en el documental aparecen unos sujetos que el director sigue. Eso conlleva a que la posición de cámara tenderá a ser lo más conveniente y menos invasora posible, simplemente registrando imágenes de una manera natural y objetiva o reforzando el punto de vista del director, y en consecuencia, del film documental.
Así, y por las necesidades de un guion y rodajes menos cerrados que en la ficción, se vuelve de capital importancia la entrada en la sala de montaje y edición para dar una forma concreta al documental y al punto de vista del mismo.
Por lo tanto, podemos considerar que el montador o editor van a tener un papel fundamental y creativo en el montaje de una película documental, ya que su libertad será mucho mayor.
El montador o editor deberá tener en cuenta tres cuestiones a la hora de enfrentarse a un film documental: lo ético, lo político y lo estético.
En relación a la cuestión ética, debemos tener en cuenta a la hora de enfrentarnos a un montaje o edición de un documental que la objetividad absoluta no existe. Superando este condicionante deberemos atender a la veracidad de las imágenes junto al punto de vista que quiera exponer la película.
En relación a la cuestión política, el editor o montador deberá tener en cuenta si el film cuenta con una financiación independiente, en cuyo caso solo deberá atender a su libertad y creatividad guiadas a su vez por el director, o si es un film patrocinado por alguna entidad, por lo que deberemos atender a los intereses y punto de vista de la misma.
En relación a la cuestión estética, el film documental permite al montador o editor a sumergirse en el terreno de la libertad, la creación e incluso la intuición. Es complicado encontrar un género que pueda, en función de la conceptualización del mismo, dar una margen estético mayor en la sala de montaje.
Ayudante y Auxiliar de Dirección en diferentes series y proyectos audiovisuales (“Los Hombres de Paco”, “Bienvenidos al Lolita”,…). Crítico de Cine en la revista especializada “Caimán Cuadernos de Cine” y en su blog “El Chatarrero Audiovisual”. Docente de Marketing Online y Community Manager. Diplomado en CC. Empresariales por la Universidad de Salamanca, Diplomado en Cinematografía y Artes Visuales (Dirección Cinematográfica y Realización de Televisión) por la Universidad de León y Posgrado en Community Manager por la Universitat de Barcelona y la Escuela de Administración de Empresas.
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