Hacia el final de la década de los 50 y el principio de los 60 apareció en Francia lo que se dio en llamar la Nouvelle Vague o, en español, la Nueva Ola. Ante el llamado cine de papá (cine clásico que se venía haciendo en Francia que consistía en comedias de salón, aventuras y adaptaciones superficiales), nuevos directores franceses, muchos de ellos provenientes de la crítica cinematográfica, y particularmente, de la revista Cahiers du Cinéma, quisieron revolucionar la industria cinematográfica francesa con una nueva propuesta que, aunque diversa, mantenía elementos en común como la irreverencia y poco sentimentalismo en el tratamiento de los personajes, argumentos episódicos y narraciones reconstruidas, uso de la cámara al hombro, equipos técnicos reducidos, rodaje en exteriores e interiores naturales, rechazo de los estudios eliminación de planos generales y montaje elíptico metalinguístico, referencias literarias o cinematográficas o una posición existencialista, entre otras.
Directores como Jean-Luc Godard, François Truffaut, Eric Rohmer, Jacques Rivette, Agnés Varda, Louis Malle, Claude Chabrol o Alain Resnais fueron santo y seña de la Nouvelle Vague, que rápidamente se extendió por toda Europa y el resto del mundo, influenciando a directores tan diversos como el japonés Nagisa Oshima, en Brasil con Glauber Rocha y el llamado Cine Novo o Milos Forman en Checoslovaquia.
Siempre quedarán para la historia del cine filmes tan reconocidos como Al final de la escapada o Vivir su vida de Godard, Los 400 golpes o Jules y Jim de Truffaut, El signo de Leo de Rohmer, Hiroshima mon amour de Resnais o París nos pertenece de Rivette.
La Nouvelle Vague reivindicaba el cine de autor como lo entendemos hoy en día el concepto, buscando una alternativa al cine de Hollywood, rompiendo sus convenciones de manera voluntaria y consciente, al mismo tiempo que homenajeaba los aspectos positivos del citado cine comercial.
A pesar del distanciamiento y extrañeza que podían crear estos filmes en un principio, muy pronto fueron un éxito de crítica y público, lo que hizo que determinados aspectos de la Nouvelle Vague fueran asimilados por el cine industrial ya desde finales de la década de los 60, como el uso de la cámara al hombro, el uso de decorados naturales y el uso de las referencias.
Ayudante y Auxiliar de Dirección en diferentes series y proyectos audiovisuales (“Los Hombres de Paco”, “Bienvenidos al Lolita”,…). Crítico de Cine en la revista especializada “Caimán Cuadernos de Cine” y en su blog “El Chatarrero Audiovisual”. Docente de Marketing Online y Community Manager. Diplomado en CC. Empresariales por la Universidad de Salamanca, Diplomado en Cinematografía y Artes Visuales (Dirección Cinematográfica y Realización de Televisión) por la Universidad de León y Posgrado en Community Manager por la Universitat de Barcelona y la Escuela de Administración de Empresas.
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