El concepto de remake lleva varios años siendo de uso general en el mundo audiovisual, llegando incluso al gran público. Pero en muchas ocasiones es confundido o mal utilizado en reseñas, críticas o conversaciones, desvirtuando su exacto significado y sentido original. Un remake es una obra, generalmente cinematográfica, que revisa una obra preexistente y que respeta, de manera general, la línea argumental, los protagonistas y la ambientación de la original.
Esta definición es muy general, para que todos los filmes que son remake puedan ser encajados en la misma. Pero hay otras películas que, aun cumpliendo estas características, están lejos del concepto de remake, siendo más fidedigna su catalogación como reboot, secuela o precuela.
Existen muchos tipos de remakes. Existen aquellos que no son más que una versión encargada a un director para adaptar un filme de éxito a un mercado en particular. Un ejemplo de este tipo de remake fue la versión que dirigió Michael Haneke de su propio filme Funny Games, donde se contrató a actores de Hollywood como Naomi Watts, para adaptar su filme original europeo al público norteamericano.
Este tipo de movimientos de la industria americana son muy comunes, aunque sin contratar al director mismo de la original. Un caso relacionado con el cine español fue el remake poco afortunado de Vanilla Sky, donde Alejandro Amenábar no tuvo nada que ver, aunque se respetó a Penélope Cruz en su personaje de la original, Abre los ojos, gracias a su proyección internacional.
Otros remakes, por decisión del director contratado, son exactamente iguales al original desde el punto de vista narrativo, como fue el caso de la versión de Psycho de Gus Van Sant, que respetó plano a plano a la original de Alfred Hitchcock. Esta decisión envolvió en polémica el transcurso comercial y condicionó el éxito de la misma.
Sin duda, el hecho de realizar un remake está lejos del concepto menos conocido y más novedoso del reboot, y que generan gran confusión. Un reboot es un filme que intenta relanzar un personaje, normalmente relacionados con la literatura o el cómic (aunque también puede ser objeto de ello un personaje original del cine) para darle un punto de vista o espíritu diferentes. Robocop de José Padilha, Jack Ryan: operación sombra de Kenneth Branagh o la trilogía de El Caballero Oscuro de Christopher Nolan pueden ser buenos ejemplos de este fenómeno más novedoso que el propio remake, que es casi tan antiguo como el mismo cine, ya que en el momento de la aparición del cine sonoro se hicieron muchas adaptaciones,versiones o remakes de películas mudas.
En los próximos meses se estrenará en cines la nueva y esperadísima versión de la película Dune (1984), dirigido por Denis Villeneuve en esta ocasión. Como en su versión original, la película está basada en la exitosa novela de ciencia ficción escrita por Frank Herbert en 1965.
A continuación podéis ver el espectacular trailer de la película, y mientras tanto podemos pensar y discutir si en este caso, ¿se trata de un reboot o un remake?
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