“Que la fuerza te acompañe”, “¡A Dios pongo por testigo que mañana no pasaré hambre!”. “Hasta la vista, baby”, “No existen preguntas sin respuesta, sólo preguntas mal formuladas”. “Hay tres maneras de hacer las cosas: la correcta, la incorrecta y la mía” Todas estas frases tienen algo en común, son frases míticas de películas y que a todos se nos han quedado grabadas en la memoria.
Todas estas frases épicas forman parte de películas que se convirtieron en referentes del cine. Pero todas ellas parten de un guion. Seguro que también te gustaría construir un guion que tuviera esa frase mítica, que años después todo el mundo recordara. Pero para construir esa historia se necesita ante todo partir de una idea. Y esto es precisamente la parte más complicada del proceso de hacer una película.
Fuentes de inspiración para elaborar un buen guion
La inspiración no es esa musa que de repente viene a nosotros y nos ponemos a escribir como locos. Primero hemos de tener una base de cómo escribir un guion. A partir de que sabemos utilizar estas técnicas, nos será mucho más fácil seleccionar la idea más apropiada para que nazca esa historia que vamos a contar.
A continuación te indicamos algunas fuentes de inspiración que pueden despertar tu lado creativo para enfrentarte con éxito a la página en blanco.
- Tu propia experiencia vital. Lo que más conoces es tu propia vida. Pero esto no quiere decir que lo tengas que coger tal cual. Se trata de utilizar esa parte de tu biografía y darle el tratamiento cinematográfico y dramático más adecuado, darle estructura, diálogos, acciones, personajes, etc.
- Algo escuchado o visto. A veces el caminar por la calle podemos ver historias inspiradoras mirando a la gente que va pasando cerca de nosotros. Asimismo, ver una película o un deporte, también puede ser inspirador. Esto es típico para películas de terror, muchas de ellas se basan en leyendas urbanas, es decir que se fundamentan en historias que forman parte de la cultura popular de algún país. Algunos títulos son: Leyenda urbana 1098, Sé lo que hicisteis el último verano (1997), Bigfoot (1987).
- Adaptaciones. Es otra forma habitual de escribir un guion. Puede ser de un libro, un cómic o un videojuego. Pero para ello habrá que contar con los respectivos derechos de autor. Un ejemplo es El exorcista (1973), está basada en una novela que a su vez se basa en un hecho real. Marvel y DC han visto adaptados sus comics a la gran pantalla. Otros que autores que han visto adaptados sus libros son Stephen King (El resplandor, Carrie, Pet Sematary), J.k. Rowling (Harry Potter), Stephenie Meyer (Crepúsculo).
- Historia, hechos reales y noticias. También podrás sacar ideas de cualquier informativo, periódico o noticia escuchada en la radio o leída en Internet. Asimismo, tanto un hecho histórico, como un personaje histórico han protagonizado más de una película. En la Historia podrás encontrar mucho material. Atrápame si puedes de Steven Spielberg se basaba en la historia real de Frank Abagnale, un empresario de una compañía financiera de consulta de fraudes y que en su adolescencia fue falsificador de cheques. Bohemian Rhapsody (2018) que habla sobre la vida de Freddie Mercury, integrante de la banda británica Queen.
- Imaginación. La ciencia ficción es un género que no tendría cabida sin imaginación. A veces es bueno dejarse llevar por mundos imaginarios. Aunque nuestro guion no tiene por qué pertenecer al género fantástico. Solo hay que echar un vistazo a los guiones que han sido galardonados y nominados al Oscar al mejor guion original. Un ejemplo es Juno, galardonada con el Oscar al mejor guion original en 2007.
¿En qué fuente prefieres inspirarte para escribir tus guiones?
Periodista y Community Manager. Especialista en marketing de contenido, marketing en redes sociales y SEO. Fundadora de VR Contenidos Digitales. Apasionada de la postproducción de vídeo, animación, videojuegos, fotografía y artes escénicas. Siempre intentando traerte las últimas novedades en estos campos.
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