Cada día nos encontramos con la ironía: en nuestras películas favoritas, programas de televisión y en nuestras propias vidas. La mayoría de la gente tiene una comprensión general de lo que es la ironía. Pero, ¿sabías que hay 3 tipos diferentes de ironía? Además, tanto si estás escribiendo una historia corta o un guion, la ironía puede ser una poderosa herramienta para contar historias. ¿Quieres usar este recurso de manera correcta?
La ironía es lo opuesto a la expectativa. Cuando no sucede lo que esperamos que suceda, se crea un conflicto. Si sabemos la verdad sobre una situación peligrosa y vemos a alguien más acercarse a ese peligro, crea suspense. Aunque, por otro lado, cuando alguien dice una cosa, pero quiere decir otra, genera complejidad.
Todos estos elementos (conflicto, suspense, complejidad) son bloques de construcción esenciales en la narración. No es necesario ser un experto en ironía para ser un buen narrador. Pero seguro que ayuda. Definamos la ironía antes de pasar a los distintos tipos de ironía.
¿Qué es la ironía?
La ironía es un recurso literario en el que la realidad es opuesta a lo que esperamos. La clave aquí es “opuesto”, no solo diferente. Esta incongruencia se puede encontrar en el lenguaje (lo que decimos versus lo que queremos decir) o las circunstancias (lo que esperamos que suceda versus lo que realmente sucede).
Tipos de ironía
La ironía puede ser triste y trágica, o divertida y satírica. Esto significa que puedes utilizar la ironía de formas ilimitadas. Hay 3 tipos diferentes de ironía: dramática, verbal y situacional. Cada uno tiene una definición y función diferente en la narración.
Ironía dramática. Es cuando tenemos más información sobre las circunstancias que sobre un personaje. Por ejemplo, cuando sabes que hay un tiburón asesino en el océano, pero los despreocupados bañistas no tienen idea de que están siendo cazados. El hacer saber a la audiencia lo que sucede, pero a los personajes no, se crea tensión y expectación en el público.
Dentro de la ironía dramática, solo existe un subtipo: la ironía trágica. La diferencia entre estos dos tipos de ironía es leve. Básicamente, la ironía trágica es una ironía dramática con consecuencias trágicas.
También hay distintas etapas de la ironía dramática. La ironía dramática debe introducirse, debe desarrollarse con el tiempo y debe liberarse. Para incorporar con éxito la ironía dramática, estas etapas son fundamentales.
Ironía verbal. Es cuando alguien dice algo, pero quiere decir lo contrario. Por ejemplo, cuando obtienes un 4,5 en un trabajo y tu amigo te responde:”¡Buen trabajo, Einstein!”
Dentro de esta definición general de ironía verbal, existen 4 tipos de ironía verbal:
- Es una declaración irónica destinada a burlarse o ridiculizar a otra persona.
- Subestimación. Es cuando dices algo para minimizar intencionalmente lo que realmente quieres decir. Es lo opuesto a la exageración, una forma más sutil de comunicar cómo te sientes realmente. Por ejemplo, cuando tienes alergia al marisco y dices: “El marisco y yo no os llevamos”.
- Exageración o sobreestimación. Se usa para exagerar su significado previsto. Estas declaraciones cuentan como lenguaje figurado y no deben tomarse literalmente. También conocida como hipérbole.
- Ironía socrática cuando finges ignorancia para que alguien admita algo. Dicho de una manera más simple “hacerse el tonto” para atrapar a alguien en una mentira o para que confiese algo.
Ironía situacional. Es cuando esperamos una cosa, pero obtenemos lo contrario. A modo de ejemplo, para evitar la lluvia el día de tu boda, eliges un desierto que no ha visto llover en 100 años… y luego comienza a llover.
Dentro de esta definición general, existen 4 subtipos de ironía situacional:
- Ironía cósmica. Cuando un poder superior (por ejemplo, Dios, el destino, el Universo) interviene para crear una situación irónica. También conocida como “ironía del destino”, esta idea de “interferencia” puede ser real o inferida.
- Ironía poética. Ocurre cuando un crimen o transgresión se resuelve inesperadamente de manera positiva, a menudo debido a un ‘giro del destino’. En otras palabras, hablamos del karma.
- Ironía estructural. Sucede cuando la perspectiva de un narrador poco confiable o un protagonista ingenuo es diferente de la realidad de la situación.
- Ironía histórica. Es cuando la retrospectiva proporciona una perspectiva irónica sobre una acción o postura realizada en el pasado. Este tipo de ironía es perfecto para un personaje que termina en una situación irónica que nunca esperaría.
¿Por qué usar la ironía?
La ironía nace cuando “lo que parece ser” es diferente de “lo que es”. Este contraste entre la expectativa y la realidad es lo que hace que la ironía sea un recurso tan rico para usar en la narración. La ironía agrega una capa de complejidad y riqueza al conflicto. De hecho, los escritores emplean dicho conflicto para contar historias y la ironía para hacer mejores historias. Un ejemplo es “El Club de los cinco” (The Breakfast Club ¿Utilizarás la ironía en tu próximo guion?
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