Anteriormente vimos las diferente técnicas de iluminación para poder fotografiar retratos de forma profesional. Hoy queremos repasar aquellos accesorios necesarios para capturar una buena imagen.
- Trípode. Aunque habrás visto que los fotógrafos profesionales muchas veces prescinden de él, el trípode es necesario cuando todavía nos cuesta estabilizar la imagen. El único inconveniente es que su transporte puede resultar un tanto incómodo.
- Flash externo. Independientemente del tipo de cámara que tengas, un flash externo puede ser útil para capturar la luminosidad deseada. Podrás evitar sombras, el odiado efecto de ojos rojos, quitar reflejos… También es necesario si quieres ser tú el que dirija la luz. De todos los accesorios que vamos a ver, es el más imprescindible.
Reflectores. Para ir más allá de lo que sería el simple uso del flash, te recomendamos usar reflectores. Estos harán que la luz se amplíe en la escena e iluminaran aquellas zonas en las que la luz natural o el flash no llegan por sí solas. Los puedes encontrar de diferentes colores: blanco, plateado, dorado o negro.
- Ventana de luz. En el caso de este accesorio sólo te lo recomendamos en el caso de que vayas a montar tu propio estudio fotográfico o si vas a realizar unas fotografías de una alta calidad. Su transporte y montaje es más costoso y tiene una función similar al reflector, difundir la luz en un espacio más amplio.
- Difusores. Otro de los efectos que puedes conseguir mediante accesorios es el de difuminar la luz para obtener menos contraste entre zonas claras y oscuras. Al disponer en el mercado de muchos tamaños y tipos, podrás adquirir el que mejor se adapte a tus necesidades.
- Paraguas. Y parecido a los anteriores, encontramos los paraguas cuya utilidad es también la de reflejar la luz o ampliarla.
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