Aprende a usar las líneas principales en tus fotos

En manera sencilla de dirigir la atención del espectador a ciertas partes de una imagen es utilizar la herramienta de composición llamada líneas principales. Esta técnica, que no es muy utilizada, hará que tu composición sea más dinámica y mucho más interesante.

Definiendo las líneas principales

Las líneas principales o líneas guía se puede definir como la creación de un camino para mostrar una forma, que dirija la mirada del espectador a determinados elementos de la imagen. Dicho movimiento le agrega una sensación de dinamismo a la foto.

¿Por qué son importantes las líneas guía?

Las líneas principales se han empleado durante siglos en pintura y, después, pasó a aplicarse por la fotografía. Si la imagen a tomar está repleta de gente, una línea principal ayuda a llevar la mirada del espectador al punto focal de la foto.  Estas líneas también crean profundidad, lo que ayuda a separar el primer plano del fondo. Las líneas simétricas dan como resultado una composición equilibrada, lo que hace que la foto sea más agradable.

Dicho de otro modo, las líneas guía estructurar la imagen, crean ritmo, conducen la mirada hacia un punto concreto. Eso sí, el lograr el efecto deseado dependerá de la habilidad que tengas como fotógrafo y tu capacidad para componer la toma. Del mismo modo, es importante que a la hora de componer conocer cómo va a afectar a nuestra fotografía y utilizarlas en aquellos casos que lo consideremos oportuno de la manera que más conveniente.

Tipos de líneas guía

Estas pueden presentarse de diversas formas:  paralelas, verticales, curvas, horizontales o diagonales. Son muy útiles en la fotografía de arquitectura o de paisajes. Aunque pueden emplearse en retratos urbanísticos o de personas. Puedes sacar provecho de caminos, rieles, edificios, calles o puentes, las hileras de farolas o de árboles.

Horizontales.  Las imágenes horizontales son más agradables a la vista porque son más fáciles de explorar. Las líneas horizontales dan una sensación de tranquilidad y estabilidad.

Verticales. Se adaptan bien a revistas y libros. Aportan una sensación de velocidad o fuerza a una imagen.

Diagonales. Dan dinamismo y movimiento a una fotografía. También se asocian a la profundidad y a la distancia.

Cómo utilizar las líneas

Una vez que se han localizado las líneas principales es hora de utilizarlas de forma que la composición sea más coherente, ya que si se emplean mal se puede causar confusión. Para evitar esto, lo primero que hay que hacer es determinar el punto focal. Este último se refiere a la parte esencial de la imagen donde debe dirigirse la mirada del espectador.

Estas líneas no deben salir del encuadre porque esto confundiría al espectador. Asimismo, si las líneas no levan a ningún lugar, también serían incorrectas porque confunden al espectador y alejan la atención de su punto focal.

Recuerda que tanto si eres un fotógrafo de paisajes como de arquitectura, la posición y la perspectiva son muy importantes.

En resumen, las líneas guías son herramientas de composición que pueden agregar movimiento a sus imágenes. Después de encontrar tales líneas, es importante prestar atención a cómo usarlas. Deben guiar la atención del espectador hacia el punto focal de la imagen.

Para acertar siempre pregúntate: “¿Hacia dónde se dirige mi atención?”. Acto seguido busca las líneas a tu alrededor y empléalas a tu favor.

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