La luz natural es uno de esos elementos que hacen que una foto cambie por completo. La forma que fluye por las ventanas y crea las sombras. Pero no siempre la Naturaleza acompaña. A veces, no nos da la suficiente luz, y otras veces hay en exceso y los objetos salen quemados. ¿Qué hacer en este último tipo de situaciones?
Ejemplos de posibles escenarios con exceso de luz
La luz intensa fluye a través de una ventana
Esto suele pasar a menudo cuando se toman fotografías de diseños de interiores. Normalmente, en estas ocasiones se suele aplicar la técnica HDR. Esta suele ser necesaria para conseguir una mejor representación de las luces y las sombras cuando hay alto contraste. Dicho de otro modo, cuando la diferencia entre luz y sombra sea mayor que el rango dinámico de la cámara que vayamos a utilizar.
Aunque ese efecto HDR también lo podemos conseguir utilizando Adobe Lightroom. En este caso deberemos sacar dos fotografías iguales, una con más luz y otra con menos y combinarlas. Después realizaremos los ajustes necesarios en nuestro ordenador.
Evidentemente para conseguir esa exactitud del mismo plano en la misma foto, es vital contar con un trípode. Pero hay ocasiones en las que su utilización no es posible. Una posible solución es utilizar la propia disposición de los elementos a fotografiar para reducir el brillo de la luz que entra por las ventanas y cambiar el ángulo de desde donde se dispara.
Un día de mucho sol y no tenemos la posibilidad de mover a las personas/objetos
En esas ocasiones especiales, los grupos de familiares o amigos se reúnen y les gusta sacarse fotos. Pero puede darse la casualidad de que hace mucho sol y no encuentres ninguna sombra donde recolocarlos. Así que lo más probable es que muchos de ellos entrecierren los ojos.
Esta situación puede volverse un poco más complicada, si el grupo de personas visten de colores como blanco y hay fuertes contrastes de color. Esto puede dar lugar a que la fotografía pierda profundidad.
Aquí no queda otra que adaptarse a la situación. Una posible solución es utilizar una fotografía en blanco y negro. De esta manera, podremos tener un mayor control sobre la imagen y ocultar los colores que hayan quedado deslavados y los blancos quemados por el fuerte contraste de luz.
Puntos intensos de luz
Otra posible situación es cuando la luz es demasiado brillante en algunas partes de una escena a fotografiar. Esto hace que se creen reflejos no deseados en la fotografía.
Aquí podríamos de nuevo utilizar el HDR. Aunque también podemos considerar otras alternativas. Por ejemplo, se puede utilizar un flash para rellenar las sombras que se crean cuando equilibra la iluminación. Aunque también podemos reforzar el flash con un difusor para que la luz sea más uniforme.
Otra solución por la que podemos optar es hacer que el espectador se fije en un punto de la fotografía, con lo que el exceso de iluminación pierda su interés. Pero como sabes otra opción es utilizar la postproducción fotográfica.
A modo de conclusión, podemos decir que en algunos casos puede que tengamos que aceptar la derrota en lo que a la luz se refiere. Sin embargo, se pueden tomar medidas para minimizar la influencia que las luces puedan tener en la fotografía.
Periodista y Community Manager. Especialista en marketing de contenido, marketing en redes sociales y SEO. Fundadora de VR Contenidos Digitales. Apasionada de la postproducción de vídeo, animación, videojuegos, fotografía y artes escénicas. Siempre intentando traerte las últimas novedades en estos campos.
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