Elegir cómo recortar es tan importante como la lente que lleva la cámara o la iluminación que se emplea sobre los sujetos y el proceso que se lleva a cabo con el archivo. Esto marcará la diferencia del impacto visual del retrato. Es más, a medida que vayas realizando retratos, tu estilo, así como tu forma de iluminar, las poses y la postproducción irán cambiando. Pero la forma de recortar una imagen permanecerá.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que recortar no es simplemente ponerla al tamaño que se necesita, sino también ayuda a atraer la atención del espectador hacia los aspectos más importantes de la foto. Es por eso que es importante cuando edites una imagen y tengas que recortarla en programas como Photoshop, tengas en cuenta una serie de aspectos.
Cuenta una historia
Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras. Precisamente es el poder de la herramienta de recorte. Convertir esas mil palabras en una historia. Antes de utilizar la herramienta piensa en el mensaje que quieres transmitir. Y asegúrate de que tu fotografía continúa contando esa historia cuando la hayas recortado. Evita eliminar detalles importantes que alteren el mensaje de alguna forma.
Omite los detalles innecesarios
Elimina cualquier detalle que resulte innecesario o que pueda distraer la atención del mensaje que se está intentando transmitir. Recuerda prestar mucha atención a los bordes de la fotografía. Normalmente en esta área suele haber distracciones que son mejor eliminar. La razón es que por naturaleza las personas se sienten atraídas por las caras de las fotografías y si una de las personas que hay alrededor del sujeto protagonista está realizando cualquier mueca, el foco de atención será este último. De ahí que cualquier cosa que interrumpa el flujo de la fotografía o desvíe la atención del sujeto debe ser cortada.
No siempre ubiques al sujeto en el centro
A menos que sea un retrato, no siempre es necesario que el sujeto esté completamente centrado en la toma. No siempre es necesario que el sujeto esté completamente centrado en la toma. Recuerda por ejemplo, la regla de los tercios. Así llamarás mucho más la atención del espectador sobre el sujeto protagonista.
Recorte a la altura de los ojos
A veces sucede que el sujeto está centrado como en un centrado. Si tienes que recortar la imagen, sigue siendo válido utilizar la regla de los tercios. Pero asegúrate de que el sujeto está centrado a nivel de los ojos. Esto es un tercio hacia abajo del lienzo, o la línea horizontal superior en una cuadrícula de regla de tercios. Intenta que los ojos estén alineados con las dos intersecciones superiores en la cuadrícula de la regla de los tercios. Así conseguirás una sensación de contacto visual, que atrae a la audiencia.
No cortes las extremidades por la articulación
Existe una norma general que dice que hay que evitar cortar las extremidades de las personas en la articulación. La razón es porque crea un efecto visual incómodo que se parece más a una amputación que a un encuadre. Asimismo, se debe evitar cortar los pequeños apéndices como los dedos de las manos, los pies o incluso las orejas. Se recomienda recortar el cuerpo por el torso, la cintura, los muslos, la espinilla o la parte superior del brazo para que sean menos incómodos.
Deja espacio para respirar
Evita cortar la cara de un sujeto cerca del borde porque esto crea una sensación de claustrofobia. Es por eso que es mejor dejar un poco de espacio para respirar, para que la imagen se vea mucho más relajada.
¿Tienes en cuenta todas estas cuestiones cuando recortas las fotografías con tu programa de edición?
Periodista y Community Manager. Especialista en marketing de contenido, marketing en redes sociales y SEO. Fundadora de VR Contenidos Digitales. Apasionada de la postproducción de vídeo, animación, videojuegos, fotografía y artes escénicas. Siempre intentando traerte las últimas novedades en estos campos.
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