De sobras es conocido el gusto por la iluminación expresionista del cineasta Tim Burton. Desde su primer cortometraje de animación Vincent (1982), su primer largometraje de animación Pesadilla antes de Navidad (1993), las dos versiones de Batman (1989 i 1992), a la versión cinematográfica de Irving Sleepy Hollow (1999) a Sweeney Todd (2007), entre otras, Burton ha demostrado un dominio del lenguaje expresionista que ha integrado de forma magistral en sus relatos góticos modernos.
Puesto que en el cine expresionista alemán lo que se pretendía era expresar el mundo interior de los personajes, la temática más común fue el miedo, las fantasías, los sueños y los estados convulsos del alma, incluso, de las almas de los no-vivos y los dobles. La mayor parte de los films de Burton inciden precisamente en el miedo, especialmente en el miedo a la muerte, a los muertos y al regreso de éstos, así como el miedo al desconocido -que es siempre un inadaptado- y el miedo al doble.
A pesar de que su primera obra es un cortometraje de animación en stopmotion, hallamos un tipo de iluminación y escenografía con grandes reminiscencias a El gabinete del Doctor Caligari (1919) de Robert Weine.
Por supuesto, en el inicio de Eduardo manostijeras (1990), volvemos a ver un espacio similar. En este caso se trata de un oscuro castillo en ruinas, por donde la luz se cuela a través de ventanas y techos derrumbados.
El claroscuro es el recurso más utilizado por Burton para introducirnos no sólo en el misterio (o terror en el caso de Sweeney Todd), sino para mostrarnos todo aquello que no se nos dice en palabras sobre el personaje, sobre sus miedos, sobre sus limitaciones y sobre sus miserias. En la segunda parte de Batman, Batman Returns (1992), el claroscuro resalta la dualidad de todos los personajes.
Los personajes de Burton están siempre destinados a una muerte violenta e injusta, ya sea por su deformidad, ya sea por una sed de venganza insaciable. Como puede observarse en Sweeney Todd (2007), el recurso de la habitación iluminada solo por un ventanal, vuelve a ser un motivo recurrente en la iluminación de Burton. Esa escasa luz es la metafóra de la oscuridad del alma de su protagonista.
Y sigue siendo el mismo motivo en la menos conseguida Sombras tenebrosas (2012).
Como puedes observar, la iluminación expresionista sigue estando vigente en el cine actual. El cine de terror es el género cinematográfico que más utiliza este recurso.
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