Alguna vez ya hemos comentado que se puede ganar un extra realizando fotos para bancos de imágenes, es decir, haciendo fotos de archivo. Sin embargo, no es tan fácil como parece. En principio, la fotografía de archivo es hacer algunas fotos, descargarlas en una plataforma de fotografía de archivo elegida y luego esperar a que los clientes las compren.
Como te habrás dado cuenta, la fotografía de archivo cubre una amplia gama de estilos y temas fotográficos que le permiten incluir cualquier contenido visual en el portafolio. Aunque es un negocio que requiere una actitud especial y tiene sus propias reglas a seguir. Y, por tanto, errores a evitar. ¿Sabes cuáles son?
Infravalorar las imágenes por antiguas
Si llevas años haciendo fotografía, seguramente tengas ya un archivo importante de fotografías. Normalmente, se cae en el error de no ver mucho potencial en ellas y descartarlas. Opta por subir esas fotografías a una plataforma de fotos, pero no olvides agregarles palabras clave y títulos. Piensa que el trabajo lo tienes ya hecho y no tienes que perder, y quizá puedas incrementar tus ingresos. Eso sí, recuerda comprobar en la plataforma de venta de fotos que hayas elegido qué tipo de fotografías gustan más para poder planificar tus sesiones.
Subestimar las palabras clave
Es cierto que el etiquetar las fotos y ponerle las palabras clave es algo laborioso. Pero precisamente es eso lo que va hacer que los clientes puedan localizar tus fotos. Algunos bancos de imágenes utilizan categorización por color u objetos en la imagen de manera automática. Pero no está de más añadir palabras relevantes para que cuando los clientes realicen una consulta aparezca tu fotografía en la página de resultados.
Recuerda emplear aquellas palabras que de verdad describan la imagen subida, así como el género, la idea, el estado de ánimo o incluso el lugar donde se tomó la foto. Emplea al menos unas veinte palabras que describan tu imagen para que más clientes puedan encontrarla.
Ignorar la demanda estacional
Las agencias de publicidad o agencias de diseño y maquetación, editoriales o blogueros suelen recurrir a bancos de imágenes para buscar estas fotografías porque se acercan fechas señaladas como Navidad, Año Nuevo, San Valentín, Carnavales, Semana Santa, primavera, verano, otoño, invierno… En esas épocas, suelen necesitar un tipo de imágenes concretas y es cuando más demanda de fotografías hay.
Esto significa que es importante agregar en el portafolio fotografías de tipo estacional, pero por adelantado, al menos dos semanas antes o un mes. Lo bueno es que podrás rentabilizar las mismas imágenes a lo largo del tiempo.
No contar con un equipo profesional
Esto no tiene que ser impedimento para desarrollar un buen trabajo. Una cámara semiprofesional básica puede ser suficiente para tomar una fotografía. Aunque cuanto más alta sea la calidad de la lente y cámara mejores serán las oportunidades para hacer mejores fotos o poder retocarlas. Puedes empezar por un equipo amateur y poco a poco adquirir mejor material de trabajo y desarrollarte profesionalmente.
Sin optimizar el flujo del trabajo
Es sabido que cuantas más fotos hagas, más posibilidades tendrás vendiendo tus fotos. Una mayor cantidad de imágenes implica dedicar tiempo a realizarlas, editarlas y poner toda la información en cada una de ellas. Por eso puede serte de ayuda planificar la sesión de fotos, automatizar la edición de las fotos, eliminar logotipos, quitar personas en el fondo u objetos que no se puedan mostrar…
Basarte únicamente en tu gusto
Esto es otro clásico error que lleva a no vender fotografías. Si hablas con un diseñador gráfico te dirá que normalmente el cliente termina comprando el diseño más feo para su gusto y en el que menor tiempo ha invertido. Esto quiere decir que no elimines de tu portafolio aquellas fotografías que no te agradan, porque puede que a los clientes sí.
Olvidarte de hacer mención en tu web
Recuerda citar en tu web y redes sociales que tienes fotos que vendas a través de distintas plataformas. Eso sí no cometas el error de publicar gratuitamente tus fotos en ellas. Agrega un enlace de los sitios donde vendes tus fotos tanto en las redes sociales como en tu web, así como elabora contenido visual para todos ellos para incitar en la compra. ¡No olvides crear una marca de agua! Están en juego tus derechos de autor.
¿Alguna vez has vendido tus fotos en alguna plataforma de venta de imágenes?
Periodista y Community Manager. Especialista en marketing de contenido, marketing en redes sociales y SEO. Fundadora de VR Contenidos Digitales. Apasionada de la postproducción de vídeo, animación, videojuegos, fotografía y artes escénicas. Siempre intentando traerte las últimas novedades en estos campos.
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