Cuando hablamos animación, tenemos diferenciar entre la animación tradicional y animación en 3D. En el primer caso estamos hablando de dibujos que pasan gran velocidad delante de nuestros ojos. Concretamente a razón de 24 imágenes por segundo o lo que es lo mismo 24fps (fotogramas por segundo).
En la animación tradicional, los dibujantes realizaban cada fotograma uno a uno. Esto implicaba: dibujar, pasará tinta, aplicar los colores, trabajar los fondos, etc. Largamente se trabajaba sobre un material transparente para dejar estáticos aquellos fondos más elaborados.
En la actualidad, este tipo de animación también se realiza por ordenador. Aunque hay otra técnica de animación que cada vez se utiliza más, en lugar de la tradicional. Se trata, como ya hemos mencionado de la animación 3D.
Diferencias del 3D con la animación tradicional
No se dibuja, se modela. Esto significa que se tiene que construir el personaje, el entorno y los diversos objetos al escenario en tres dimensiones. Existe un tipo de software específico que nos van a permitir generar esas formas a las que después aplicaremos unas texturas. Esto significa que tampoco tendremos que “pintar” a los personajes o las escenas.
No hay que repetir el dibujo para tener una versión diferente del objeto. Al realizar un determinado objeto al ser 3D, nos permitirá verlo desde cualquier perspectiva.
Se va a trabajar sobre estructuras poligonales. Obviamente en un programa como Illustrator o Freehand, la herramienta pluma nos permite trazar sin problemas las curvas de un objeto. En 3D estas superficies curvas serán tratadas con triángulos, aunque tenemos otros tipos de herramientas como las splines o patches bezier que nos van a permitir trazar curvas más complejas.
En el 3D no solo vamos a trabajar el color, la luz y la sombra. A cada pieza deberemos de darle un color o textura, el brillo que produce un objeto cuando le da la luz (especularidad), que el resto de los elementos de la escena se reflejen en el objeto o no (reflectividad), transparencia y la refracción.
Como hemos mencionado anteriormente también se le aplica texturas. Porque un objeto de madera no tiene el mismo color en todos sus lados, ¿verdad? Esto mismo hemos de aplicar a nuestros objetos para dotarles del mayor realismo posible. (Si es lo que se pretende hacer).
La iluminación de la escena. Ya no solo hay una luz o un sol quien ilumina la escena en 3D tenemos la luz radial, el foco, la paralela, la de ambiente, con el fin de simular distintos ambientes.
Podemos animar el dibujo. El 3D permite dotarle de movimiento a nuestra creación antes de ser introducida en el montaje o postproducción.
El renderizado. Será el tiempo que tarde en realizarse nuestra secuencia y tan solo nos queda esperar a que el ordenador haga su trabajo.
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Periodista y Community Manager. Especialista en marketing de contenido, marketing en redes sociales y SEO. Fundadora de VR Contenidos Digitales. Apasionada de la postproducción de vídeo, animación, videojuegos, fotografía y artes escénicas. Siempre intentando traerte las últimas novedades en estos campos.
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