La pieza clave sobre la que se sustenta el proceso de doblaje es, como te puedes imaginar, el guión original de la pieza audiovisual sobre la que se va a trabajar. También llamado script o continuity, es el libro que contiene los diálogos de la película. De cara a un doblaje, hay que distinguir entre los siguientes tipos de guiones:
- Guión de rodaje: no se suele usar para los doblajes. Hay películas que, por exigencias de cara al estreno, se doblan con el rodaje sin terminar.
- Guión de diálogo: suele incluir todos los diálogos de la película y, normalmente, también el metraje o pietaje especificando el punto exacto donde tiene lugar cada escena. No suele ser el mejor guión para usar en el doblaje a no ser que venga acompañado de una lista de instrucciones que por ejemplo aclaren expresiones usadas en la versión original de la serie o película.
- Guión de diálogos combinado con la lista de subtítulos: es el más indicado para un doblaje. En una columna va el texto de los diálogos y, en otra, el texto de los subtítulos.
Requisitos para un buen doblaje
1- Interpretación correcta: la meta es que, aunque al principio el espectador reconozca las voces, después se olvide de que se trata de un doblaje de la versión original.
2- Los diálogos han de ser ricos: el guión original marca la pauta. Cada personaje debe expresarse como le corresponda según su idiosincrasia (sexo, edad, cultura, condición social, profesión, etc.).
3- Sin anacronismos lingüísticos: esto en el caso de las películas históricas. Los nombres geográficos deben aparecer con su equivalente en el idioma de la versión doblada.
4- Sin expresiones localistas.
5- Correctamente mezclado.
Por último, la traducción es otro de los pilares principales sobre los que descansa un doblaje. Debe ser lo más fiel posible al idioma original, pero no excesivamente literal.
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