En este nuevo post nos queremos detener en el cometido que desempeña la iluminación en las producciones audiovisuales de cara a mejorar la calidad final de la imagen.
Los objetivos que se persiguen aplicando una u otra iluminación en la producción de imágenes y escenas se podrían resumir del siguiente modo:
- Procurar una iluminación adecuada en cualquier circunstancia.
- Ofrecer un efecto tridimensional de una imagen plana.
- Conseguir crear un efecto visual atractivo para el espectador.
- Explotar el potencial de la cámara (de poco servirá tener una cámara de primer nivel si la iluminación no es la adecuada).
Para conocer la luz ambiente se usa el parámetro “temperatura de color”.
A la luz de todo lo anterior, tenemos que tener claro que, en las producciones audiovisuales, iluminar una escena entraña cierta complejidad y requiere de la debida especialización, la que puedes adquirir realizando un estudio de técnico en iluminación. Es básico conocer la luz ambiente utilizando en la cámara el parámetro “temperatura de color” y usar el termocolorímetro para determinar el color en el espectro luminoso comparado con la luz generada por un cuerpo negro.
Para controlar la sombra de los objetos y las personas es clave controlar el lugar y la hora del rodaje. También la posición de todo lo que se va a filmar y la de los escenarios secundarios.
El técnico de iluminación, clave en el rodaje
Como decimos, hay que tener muy en cuenta la calidad de la luz. Por ejemplo, la luz tenue reduce las sombras de la luz dura y nos ayuda a crear un ambiente algo más luminoso. En cambio, la luz fuerte ilumina claramente lo que deseamos pero, como contrapartida, también produce sombras complicadas de disimular.
En un rodaje, hay que tener muy en cuenta la calidad de la luz.
Uno de los métodos de trabajo más conocidos en este campo es el triángulo básico de iluminación. Consiste en colocar un foco de luz fuerte frente a la escena y sobre la cámara, con un grado de inclinación de entre 15º y 45º. Después, para reducir las sombras, se coloca un luz suave. Además, para dotar de volumen a la escena se coloca detrás del objeto o sujeto principal una luz en contraposición a esa luz principal.
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