La voz es un sonido que se produce con la laringe cuando se coge aire y se amplifica después en las cavidades de resonancia (faringe, cavidad nasal, boca y labios). ¿Qué músculos están implicados en el proceso? Pues la caja torácica, los pulmones, las cuerdas vocales y los órganos resonadores. En las siguientes líneas, dentro de nuestro apartado de locución,queremos ver qué se entiende por tener una voz “bien colocada”.
A modo de resumen, podemos decir que una voz “bien colocada” quiere decir que el locutor o cantante emite el mejor sonido del que dispone en sus cuerdas vocales.
La correcta colocación de la voz permite que un profesional emita los sonidos con comodidad, a pleno rendimiento y sacando lo mejor de sus cuerdas vocales. Haciendo un buen uso del sistema resonador y sin tensar la laringe. De este modo, el timbre emite armónicos agradables y puede elevarse la potencia de voz sin producir lesiones en el aparato fonador.
Hay personas que tienen la voz colocada de forma natural. Sin embargo, las que emiten una voz de baja calidad han de corregir este aspecto. Los motivos pueden ser varios: un mal uso de la voz desde la infancia, herencia familiar, timidez, etc. Todo esto se puede corregir a través de ejercicios vocales y de respiración. Con el objetivo de llegar a esa buena colocación de la voz de la que hablamos.
Dos tipos de disfonías funcionales:
1.- Voz nasal: la voz se emite básicamente por la nariz. Es decir, el sonido sale por los orificios nasales. Pasa con la “n”, la “m” o la “ñ”. Estas voces suenan como acatarradas y no están equilibradas.
2.- Voz ronca: esta disfonía es otra alteración de la voz muy frecuente y que puede deberse a múltiples factores. Hay personas que presentan este tipo de voz de forma permanente y otras que la tienen de forma recurrente al hacer mal uso de ella.
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