'Por suerte ya no se habla de discapacidad, sino que se lucha por hablar de diversidad funcional'
¡Por fin tenemos a nuestro docente Carlos Castillejo en una entrevista! Profesor en el Grado Superior de Deporte, Carlos es graduado en Magisterio de Educación Primaria, con mención en Educación Física, por la Universitat de Lleida. Ha trabajado con personas con discapacidad, colaborando como técnico deportivo en entidades como Down Lleida. A día de hoy, compagina su faceta de profesor en CPA Salduie con su trabajo como instructor en actividades dirigidas, además de asesor Fitness y entrenador personal en Metropolitan Romareda.
Hablamos con él sobre su evolución profesional, sus clases en CPA y, como no, sobre el mundo de la discapacidad y toda su vinculación al mismo.
De manera resumida eres graduado en Magisterio de Educación Primaria, has cursado diferentes estudios vinculados con el deporte y las emociones, la programación neurolingüística, la psicología deportiva y el coaching y el asesoramiento deportivo… ¡Cuéntanos tu evolución profesional!
Por suerte, te puedo decir que mi evolución profesional… ¡NO PARA! Siempre estoy buscando algo para aprender y poder poner en práctica cuanto antes. Me encanta trabajar por y para las personas, así que podríamos decir que es la interacción con estas y sus necesidades lo que hacen que yo me tenga que “poner las pilas” y evolucionar como profesional.
Maestro de formación, pero apasionado del deporte. De alguna manera tenía que encontrar el punto medio entre ambos campos y encontré en el entrenamiento personal y las actividades dirigidas la posibilidad de aplicar lo poco que sé sobre pedagogía y lo mucho que me gusta la actividad física.
Además, al trabajar con personas te das cuenta que no solo valen los conocimiento que tengas sobre pedagogía o actividad física y salud, el componente psicológico o anímico es muy importante y, por lo tanto, no concibo mi trabajo sin, de una manera u otra, abarcar, dentro de mis competencias, ese ámbito. De ahí que decidiera formarme, aunque fuera con pequeños cursos, sobre coaching deportivo y gestión de las emociones a través del deporte.
A día de hoy tengo la suerte de poder decir que me dedico a tiempo completo a lo que siempre he querido. Trabajar con las personas en todos sus aspectos, pero desde la actividad física como herramienta de gestión y aprendizaje.
Además, has trabajado con personas con discapacidad, colaborando como técnico deportivo en entidades como Down Lleida, así como atendiendo casos particulares dentro del club Metropolitan Romareda. ¿Cómo comenzó tu vinculación al mundo de la discapacidad?
Os diría lo típico que se dice en estos casos, que es algo que llevo conmigo desde muy pequeño, pero os mentiría. De pequeño me veía pilotando un F18 y ¡ahora tengo un vértigo que me muero!
En realidad, la culpa de todo esto la tiene mi padre. Seguramente sea por él, aunque él no lo sepa, por lo que hoy ejerzo mi profesión docente encarada a enseñar las posibilidades que tiene el mundo de la diversidad funcional a través de la actividad física inclusiva.
Coincidencias de la vida, mi padre empezó a cursar lo que antiguamente era Magisterio de Educación Especial. No acabó la carrera, pues decidió apostar y opositar por la función pública que hoy ejerce y yo, en medio de mi formación universitaria como maestro, aunque me estuviera especializando en la rama deportiva o de educación física, siempre sentí que tenía una cuenta pendiente con el mundo de la diversidad funcional.
Por aquel entonces, me aburría mucho y en mis tiempos libres me daba por salir a correr al monte. Facebook e Instagram se estaban poniendo de moda y vi en las redes sociales una oportunidad de poder colaborar con DOWN Lleida. Con datos en la mano, gracias a algunas de las asignaturas de la carrera, era consciente de la poca repercusión que tenía el mundo de la diversidad en la sociedad. Así pues, decidí presentarme un día en la sede de la asociación y con algo de vergüenza les pedí, humildemente, si podía ser embajador suyo en las carreras populares que muy “popularmente” iba a correr. La asociación, viendo mi predisposición, no tardó en ofrecerme, además de su logo para imprimirlo en mis camisetas, la vacante de uno de sus entrenadores, cargo que asumí sin pensarlo durante el tiempo que me quedaba en Lleida antes de venirme a vivir y trabajar en Zaragoza.
Hace unos años era muy poco habitual ver formación de deporte y discapacidad en los centros educativos. ¿Cómo ha cambiado el sector en este sentido?
¿Que cómo ha cambiado? ¡A mejor, por supuesto! ¡La sociedad lo demanda! Por suerte ya no se habla de discapacidad sino que se lucha por hablar de diversidad funcional. Se trata de sustituir la palabra límite por la palabra posibilidad y eso lleva consigo la idea de oportunidad, una oportunidad para el reconocimiento y la igualdad y, ¿qué mejor lugar para fomentar esas ideas que en un centro de formación?
Un claro ejemplo de esta evolución la vemos incluso en los propios títulos que le ponen a las asignaturas a impartir. Lo que hasta ahora en TAFAD llamábamos “Actividades físicas para personas con discapacidad” en el nuevo ciclo de EAS (Enseñanza y Animación Sociodeportiva) su asignatura homóloga pasa a llamarse “Actividades físico-deportivas para la inclusión social”. En esta, aunque el colectivo de personas que pueden presentar discapacidad también aparece como contenido a trabajar, se trabaja desde una perspectiva transversal que aboga por la inclusión de social y no como ese colectivo “especial” que era necesario estudiar por ser “raro” o “diferente” matizando que se les tenía que dar un trato especial.
Precisamente en CPA impartes la asignatura de ‘Actividades físicas para personas con discapacidad’, ¿cómo es el enfoque y contenido de esta materia?
El enfoque de esta asignatura exige ser práctico. Exige que el alumno se tenga que enfrentar ante la realidad desconocida que muchas veces supone el mundo de la diversidad funcional.
Dicha realidad en muchas ocasiones se presenta como un paradigma sociodeportivo desconocido para nuestros alumnos y ofrece la posibilidad de hacer todo un trabajo introspectivo sobre miedos, límites, tabúes o barreras propias que exteriorizamos y con las que catalogamos la sociedad que nos rodea para así sentirnos seguros.
La práctica es necesaria para darnos cuenta de la cantidad de posibilidades que el mundo de la diversidad funcional ofrece más allá de la práctica deportiva.
¿Se imparte de manera diferente para presencial que para online?
Sí y no. Aunque el formato nos “obliga” a presentar todo un marco teórico, con ejercicios voluntarios, test, etc… la finalidad es la misma: “hacer que el alumno conozca el mundo de la diversidad funcional de la manera más cercana posible, conociendo su entorno más próximo”. La situación de la distancia imposibilita que se puedan llevar a cabo algunas prácticas presenciales que, por otro lado, gracias a las nuevas tecnologías como Adobe Connect con los Webinar y todas las apps que disponemos con G-SUITE, podemos trabajar.
Y para eso está la Actividad de Aprendizaje, donde el alumno online, de manera autónoma va a tener que realizar esa práctica guiada. Una práctica que le tiene que llevar a través de diferentes fases de trabajo a relacionar todo ese contenido teórico que se le presenta a lo largo del curso a través de la plataforma con su experiencia personal de proximidad.
¿Por qué es importante que los alumnos conozcan este campo?
Por suerte, la actividad física ya no está reservada para unos pocos elegidos en el ámbito del rendimiento. A día de hoy puede ser contemplada como una herramienta de gestión multidisciplinar, potenciada desde muchos ámbitos como pueden ser la salud, la recreación, la animación, la educación, el trabajo social, la psicología y otros tantos.
Concretamente, la relación que tiene la actividad física y el mundo de la diversidad funcional no es nueva, pero al igual que el resto de los campos anteriormente citados, esta también está en constante proceso de evolución y como en tantos otros, hay que intentar estar lo más actualizado posible.
Y de manera práctica, ¿cómo planteas esta asignatura? Cuéntanos alguna de las prácticas que realizáis.
Te diría que el ejemplo práctico más claro de esta asignatura, durante este último curso ha sido la organización de VALORADOS. Una jornada pensada por los alumnos de segundo curso de TAFAD con la que se ha diseñado una serie de actividades físico-deportivas inclusivas para poner en alzar los propios valores del deporte que hacen que éste sea eso, inclusivo.
Una jornada que ha comprometido a los alumnos a tener que conocer de antemano la realidad de diferentes grupo de personas como han sido las personas con diversidad intelectual, las personas con diversidad visual y personas con diversidad motora para entender como conciben ellos la actividad física y saber como poder adaptar, en la medida de lo necesario, el ejercicio físico para que este pueda ser practicado por todos. Podéis ver un resumen de esta jornada aquí.
Además, este septiembre vas a dar clases en el nuevo Grado Superior de Acondicionamiento Físico que responde a ese perfil profesional que están buscando las instalaciones deportivas, ¿estamos cada vez más cerca de una profesionalización del sector?
Por suerte sí y para ello necesitamos que nuestros chavales salgan lo más preparados posible.
Si os soy sincero, con vistas a un futuro no muy lejano, me encantaría poder participar como cliente en alguna actividad dirigida o ser asesorado en una sala de fitness por alguno de nuestros alumnos o alumnas. Creo que esa sería la señal de que estamos haciendo las cosas bien y que el planteamiento que proponemos desde el centro es el correcto.
Aunque desde mi asignatura me tenga que encargar de enseñarles cual es la base de las actividades de acondicionamiento físico guiado con soporte musical, creo que el proceso de aprendizaje que se plantea desde el conjunto de todas las asignaturas aboga por poder dotar al alumno, de una manera transversal y/o multidisciplinar, de una serie de competencias reconocidas de manera legal que le permitan desarrollar su función profesional total en una instalación deportiva.
¡Gracias por tu tiempo, Carlos, ha sido un placer!